El Grupo Socialista ha elevado a la Mesa del Parlamento andaluz una queja formal tras lo que considera un “veto político” del PP a la comparecencia de la asociación Amama en el proceso de audiencias para analizar el proyecto de Ley de Presupuestos de Andalucía para 2026. Según el PSOE-A, la decisión rompe un consenso histórico en la Cámara y, además, se produce en pleno debate sobre la gestión del cribado de cáncer de mama, uno de los puntos más sensibles y cuestionados de la sanidad andaluza en los últimos meses.
La queja, adelantada por la Cadena SER y consultada por Europa Press, detalla que el veto se produjo el viernes 7 de noviembre durante la reunión de la Mesa de la Comisión de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Diálogo Social. Era el órgano encargado de fijar qué entidades serían llamadas a comparecer para valorar las cuentas autonómicas. El Grupo Socialista afirma que Amama figuraba entre sus solicitudes prioritarias por “su reconocido prestigio, su trayectoria en la defensa de la igualdad, la salud pública y los derechos de las mujeres”, y porque su testimonio resulta especialmente relevante ahora que las partidas sanitarias y, en concreto, el programa de cribado de cáncer de mama están bajo la lupa pública.
La sesión avanzaba con normalidad. Los grupos habían consensuado la propuesta de llamar a 45 entidades. Sin embargo, según el relato del PSOE-A, el portavoz del PP, Pablo Venzal, comunicó de forma inesperada que su grupo no aceptaría incluir a Amama. Lo justificó, siempre según la queja, alegando que se trataba de una instrucción recibida “desde arriba”. A partir de ese momento, los dos representantes del PP en la Mesa - Francisco Javier Vacas y Ascensión Hita - votaron en contra de la inclusión de la asociación, pese al voto favorable del presidente de la comisión, el socialista Gaspar Llanes.
Para el Grupo Socialista, el movimiento constituye “un veto político carente de justificación objetiva”, contrario a la cultura de consenso que tradicionalmente ha guiado la selección de comparecencias presupuestarias. Subrayan que nunca antes se había bloqueado la participación de una entidad, y menos aún de una asociación de mujeres y pacientes oncológicas. La decisión, sostienen, vulnera el principio de neutralidad institucional y abre “un grave precedente político e institucional” incompatible con la pluralidad y la transparencia que deberían caracterizar al Parlamento andaluz.
La formación denuncia además que lo ocurrido responde a una maniobra del PP para controlar la actividad de la comisión y evitar que voces críticas con la gestión sanitaria del Gobierno de Juanma Moreno entren en el debate presupuestario. “El Parlamento no puede convertirse en un despacho subordinado al Ejecutivo ni en una prolongación de su estrategia comunicativa”, recoge el texto, que incide en que Amama es precisamente una de las asociaciones que más ha denunciado los retrasos y fallos en los programas de cribado de cáncer de mama. A su juicio, silenciar su voz en un momento de crisis sanitaria es una forma de “negar la realidad” y de “degradar el carácter representativo” del propio Parlamento.
El escrito socialista va aún más lejos. Afirma que impedir la comparecencia de Amama pretende “invisibilizar la labor” de una asociación que encarna la fuerza y la lucha de cientos de mujeres andaluzas que han atravesado un cáncer de mama. Asegura que la exclusión no responde a razones técnicas ni a criterios de orden parlamentario, sino a una decisión “dictada desde la dirección del Partido Popular”, con el objetivo de proteger políticamente al Gobierno autonómico en mitad de una crisis de credibilidad de su gestión sanitaria.
Un contexto de crisis sanitaria
La queja registra también un elemento contextual clave: la crisis del programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía. Retrasos generalizados, pruebas pospuestas durante meses y miles de mujeres afectadas han generado una alarma social sin precedentes. Amama ha sido especialmente activa en denunciar estos fallos y exigir responsabilidades. Para el PSOE-A, ese es el motivo fundamental por el que el PP-A quiere mantenerla fuera del debate público parlamentario.
El conflicto ha trascendido al resto de grupos. Adelante Andalucía también había solicitado la comparecencia de Amama y ha denunciado públicamente el veto. Su responsable de Organización, Néstor Salvador, calificó la situación de “vergüenza” y acusó al PP-A de impedir que “una asociación de mujeres víctimas de cáncer” exponga su experiencia y sus denuncias en sede parlamentaria. Salvador se preguntó “qué miedo tiene el PP-A” para negarse a escuchar a un colectivo afectado directamente por las políticas del Gobierno andaluz y cuestionó el “talante” del presidente Juanma Moreno, que se presenta como un dirigente dialogante mientras “una asociación de mujeres víctimas de su gestión no puede hablar en el Parlamento”.
El PSOE-A concluye que este veto no es un incidente menor, sino un aviso sobre el rumbo institucional de la Cámara. Por ello, pide que la Mesa del Parlamento revise el acuerdo y garantice que ninguna mayoría pueda utilizar su peso para silenciar a colectivos cuya voz es necesaria para fiscalizar las políticas públicas. Según los socialistas, la democracia andaluza “no puede permitirse” que las asociaciones de pacientes, especialmente aquellas que representan a mujeres con cáncer, sean excluidas del debate presupuestario por razones políticas.
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