Sentencia de absolución y jarro de agua fría para la acusación pública y la acusación particular. El Juzgado de lo Penal número 14 de Sevilla ha dado por buena la versión del delantero bético Rubén Castro cuando aseguró en el juicio que "jamás" le puso "la mano encima" a su expareja y presunta víctima, cuya denuncia atribuyó a los "celos" de la joven.

Como se recordará, la Fiscalía solicitó para el goleador y estrella del Benito Villamarín cuatro años de cárcel por un delito de malos tratos habituales, un delito de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar. La acusación particular ejercida por su exnovia pidió ocho años y nueve meses de cárcel. 

La Audiencia amplió los cargos

La absolución del  Juzgado 14 sorprende todavía más si se tiene en cuenta que en febrero del año pasado la Audiencia Provincial de Sevilla amplió los cargos contra el jugador, a quien la juez de Violencia sobre la Mujer número 3 encausó por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su exnovia.

La Audiencia le atribuyó nuevas agresiones contra la víctima como propinarle una patada en el estómago, causarle un hematoma en el ojo izquierdo o usar de forma reiterada “la violencia como método de imposición y de sometimiento de la voluntad" de la joven.

Un fallo demoledor

La sentencia, dictada por el juez José Manuel Ruiz Velázquez y que será recurrida al menos por la acusación particular, encuentra contradicciones en el relato de la víctima y echa en falta la “necesaria concordancia y coincidencia de datos” en los diferentes testimonios prestados por Casto y su expareja.

El juez no considera probado que el jugador hubiera empleado “la violencia como método de imposición y sometimiento de la voluntad" de su pareja. Ni tampoco que controlara su conducta o su forma de vestir o que se aprovechara de la "importante dependencia emocional y económica" de ella.

No hubo vejaciones

En contra de lo sostenido por las acusaciones, para el juez no queda probado que Castro hubiera ejercido, "de forma frecuente y reiterada en el tiempo, actos de violencia física y verbal [sobre la joven], vejándola en privado con palabras tales como puta, guarra, estás sucia, achacándole a menudo que estaba con otros hombres".

La sentencia no da verosimilitud a la versión de la víctima, según la cual el futbolista no la dejaba “ir a la playa o salir con sus amigas a tomar café". 

Camino de China

El club verdiblanco cedió al jugardor al equipo chino Guizhou Hengfeng hasta final de año, aunque nunca estuvo claro que la operación estuviera relacionada con la delicada situación procesal del jugador.

Durante la vista oral Castro insitió en que "nunca" había maltratado, golpeado ni amenazado a su exnovia, a la que conoció cuando ella trabajaba de go-go en una discoteca de la capital hispalense y con la que mantuvo una relación sentimental de dos años entre 2011 y 2013. 

La agresora “era ella”

En el juicio, celebrado el pasado 25 de mayo, el futbolista lo negó todo. Y no solo eso. Relató incluso que fue ella quien una vez  lo llegó a "agarrar del cuello" y en otra ocasión se puso "muy furiosa" quiso “atropellarlo" con el coche. ¿Por qué lo denunció ella entonces? “Porque era muy celosa”, dijo Castro.

La conducta del jugador en su comparecencia judicial no particularmente caballerosa: dijo de su expareja que nunca se la habría presentado a sus padres porque sabía que a su madre “no le gustaría”. También aseguró que nunca estuvo enamorado de ella, sino que lo único que los unía durante los dos años de relación que mantuvieron era una “fuerte atracción sexual”.

‘Era una puta, lo hiciste bien’

El Real Betis nunca adoptó ningún tipo de medidas contra su goleador, ni tampoco la propia afición las reclamó. Antes al contrario, en febrero de 2015 la Fiscalía de Sevilla abría de oficio unas diligencias de investigación por los cánticos vejatorios proferidos en el estadio Benito Villamarín contra la exnovia de Castro.

Durante un partido ante el Girona, un grupo de aficionados situado en el fondo sur del estadio comenzó a cantar contra la exnovia del delantero canario. "Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien", se pudo escuchar.