El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha descargado la responsabilidad sobre los contratos implicados en la trama de las mascarillas en los técnicos del Ayuntamiento. “No intervine, de forma directa ni indirecta en esa negociación”, ha asegurado.
En declaraciones en rueda de prensa, el máximo responsable de la ciudad madrileña ha aseverado que si el Consistorio hubiera sabido “que dos personas se iban a comprar coches de lujo” no habría formalizado las firmas.
Sin embargo, el que hasta hace poco era portavoz nacional del PP ha pedido a la sociedad madrileña y a los medios de comunicación que se “pongan en la situación” de entonces, que ha calificado de “selva” para exponer lo complicado que era obtener material sanitario.
“Defiendo la actuación de los técnicos que trabajaron para que el material llegara lo antes posible”, ha sostenido Almeida para añadir después que es “muy fácil hablar a toro pasado y decir si uno asume un error”.
“Se formalizó un contrato con el voto a favor de todos los grupos parlamentarios para poder proveer a la ciudadanía lo antes posible en una situación como la que se estaba viviendo”, ha aseverado.
Querella admitida a trámite
Las declaraciones del máximo responsable de la ciudad llegan después de que se haya admitido a trámite la querella contra Luis Medina y Alberto Luceño por cobrar sumas millonarias que habrían invertido en relojes Rolex y vehículos de lujo, entre otros bienes.
Almeida ha asegura horas antes que “ni el Ayuntamiento, ni ninguna persona que trabaja para el Ayuntamiento es objeto de la querella presentada por la Fiscalía”. Lo que sí ha reconocido el alcalde es que Luis Medina contactó con su primo, el abogado Carlos Martínez Almeida.
El responsable popular mantiene asimismo que habló igualmente con el hijo de Nati Abascal para agradecerle una donación de 183.000 mascarillas como hizo, asegura, con todas las personas que ofrecieron material.
Del espionaje a las mascarillas: Almeida se tambalea
El líder del Consistorio de Madrid venía tocado después de la guerra abierta entre la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el exlíder del PP, Pablo Casado. En este caso, la vicealcaldesa Begoña Villacís abrió una comisión de investigación para indagar en la posible implicación de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) a la que la mayoría de los comparecientes – una gran parte de los cuales estaban vinculados al PP o son cercanos a él- no acudieron. A pesar de que ésta insistía hace unos días en que “algo hay”, Almeida considera el caso cerrado.
Moción de censura
Toda la oposición de la Comunidad de Madrid ha pedido este jueves “explicaciones” por parte del Ayuntamiento. Algunos miembros, como la portavoz de Más Madrid, Mónica García, ha instado incluso al máximo responsable madrileño a que dimita.
En una línea similar ha operado Juan Lobato, secretario general del PSOE en Madrid, quien previa sesión en la Cámara Baja Madrileña ha sostenido que Villacís debe actuar y ha pedido una moción de censura que en Ciudadanos han descartado, al menos de momento. También desde la oposición local, Recupera Madrid ha sido uno de los que ha solicitado llevar a cabo los trámites necesarios para desbancar a Almeida.