El calendario del juicio de la Gürtel, que está resultando más premioso de lo previsto, está a punto de jugar una mala pasada al PP. Y es que el ritmo de declaraciones, que sigue escrupulosamente la propuesta que hizo en su momento la fiscalía, y que asumió el juez Pablo Ruz al cerrar el sumario, y el tribunal de la Audiencia Nacional que ahora ve la vista, está a punto de provocar que primero Ana Mato, y después alguien en representación del PP, se sienten en el banquillo por el caso Gürtel coincidiendo en tiempo con el Congreso del PP.

Claro que esto, en realidad, será si alguna artimaña legal no lo impide. Y el intento ya está en marcha. En medios jurídicos de la causa se conoce ya la intención de que ni la exministra, ni el propio partido tengan al final que acudir al proceso y sentarse en el banquillo para exponerse a las preguntas de fiscalía y acusaciones populares, así como a las otras defensas ¿La razón? Un discutible tema legal.

En lo que lleva el juicio y tal y como organizó en su momento la Fiscalía Anticorrupción, han pasado por el banquillo los propios miembros de la trama Gürtel, los afectados por el caso Estepona, los de la rama de Castilla y León, los encausados por delitos fiscales y los que estaban implicados por la trama en Madrid. Con las declaraciones de estos se debe concluir en la semana que va entre el 6 y el 10 de febrero. Este orden tan sólo se alteró en tres casos, los de quienes decidieron colaborar con la Justicia a cambio de mejoras en sus condenas, que fueron el implicado en la trama, Jacobo Gordon; el constructor Alfonso García Pozuelo, y el concejal Roberto Fernández.

Siguiendo esta lógica procesal, los siguientes en acudir a declarar debieran ser los tres beneficiados a título lucrativo que el juez Ruz señaló en el sumario: Ana Mato, por el dinero y regalos que disfrutó a través de su exmarido, Jesús Sepúlveda; Gema Matamoros,  como esposa del entonces alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega; y el propio Partido Popular.

¿Qué pretenden en el entorno jurídico de Génova? Evitar que se les llame a declarar. Para ello arguyen que en su condición de ‘partícipes a título lucrativo’ merecen un trato diferente al de los demás procesados. Su delito es una calificación novedosa en el código penal y piensan que no pueden aportar nada sustancial en este sentido al juicio.

En los próximos días este argumento va a ser utilizado ante el tribunal que lleva el proceso para evitar su comparecencia. Aunque, según ha sabido ELPLURAL.COM, defensas de otros procesados y las acusaciones populares disienten y han encontrado ya antecedentes de personas que tuvieron que acudir en su calidad de procesados a título lucrativo.

Evidentemente, y dadas las fechas que se maneja, las declaraciones de Mato y ‘del Partido Popular’ (que ya tendría problemas para encontrar quién podría declarar en su nombre, ya que la tesorera y el asesor legal están procesados por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas) justo en los días previos o posteriores al Congreso del PP resultarían muy molestos para Génova, que sigue en su proceso de intentar separarse lo máximo posible de la imagen de corrupción política que lo mancha.