Sólo ha pasado un día desde el fallecimiento de Rita Barberá y parece que ya ha llegado el momento de los cruces de acusaciones, de buscar un posible culpable de la depresión que sufría la exalcaldesa provocada por su declive político.

En un lado, sus excoleguitas que han pasado de, en palabras del propia Mariano Rajoy, asegurar que era "la mejor alcaldesa de Valencia", a mantener que "Rita Barberá no tien dignidad" (así se expresó hace un mes Javier Maroto), a decir que la culpa ha sido de los medios de comunicación por haberla acosado.

En otro, sus verdaderos amigos y familiares, que no han dudado en asegurar que ha sido el PP, su partido durante 40 años, los que la dejaron sola y abandonada. En esta línea se ha expresado este jueves José María Corbín, su abogado y cuñado, que denuncia que Barberá “ha muerto de pena” y que, al final, “han podido con ella”, en una clara alusión a los populares.

"Ha muerto de pena, y, en esa pena, la fundamental aportación la han tenido los suyos", ha dicho en una entrevista en la cadena COPE. Además, ha explicado que desde hace tiempo su familia no hacía más que recomendarla que se apartara de la vida política para centrarse en su defensa.

"Toda la tensión venía determinada por esa persecución que nadie entendíamos y que era difícil de explicársela", ha añadido. "Eso la tenía en una tensión permanente que ha ido minando su salud".

Políticos no… sólo “gente de bien”

Está claro que los más cercanos a la ya desaparecida senadora culpan al PP por el trato que recibió en los últimos meses. Bárbera pasó de ser una de las figuras más fuertes del partido a una persona ‘invitada’, por decirlo de alguna manera, a abandonarlo.

Quizás por ello, Corbín ha vuelto a explicar lo que ya anunciaron ayer: no quieren presencia de políticos en el funeral. Si alguien tiene que acompañar en estos momentos a Barberá es “el pueblo valenciano” y cualquier otra persona que no sea un político y sea “gente de bien”.

De momento, el presidente del Gobierno, Marinao Rajoy, ha anunciado que se saltará esta petición y que acudirá al sepelio de su excompañera de partido. Eso sí, no irá en calidad de político ni de presidente, sino de amigo. Un amigo que en los últimos tiempos prefería no opinar sobre ella porque ahora era del Grupo Mixto.