Miquel Iceta ha desactivado el plan para que los socialistas volvieran a gobernar el Ayuntamiento de Badalona, el tercero más grande de Cataluña, de la mano del Partido Popular de Xavier García Albiol. La idea era echar a la alcaldesa de Guanyem, Dolors Sabater, a través de una moción de censura para la que hoy Albiol ya ha ofrecido a sus diez concejales, sin la condición de entrar al Gobierno, aunque sin garantías de estabilidad.
En su primera rueda de prensa tras ser reelegido en primarias como secretario general del PSC, Iceta ha desactivado la intentona: "No haremos una moción de censura con el PP en Badalona, aunque no pongan condiciones". Aunque ha adelantado que harán una ronda de contactos con todos los grupos de Badalona, incluida la alcaldesa.
La moción de censura era una propuesta del PSC después de que el Gobierno local desobedeciese un auto judicial, que fue roto a las puertas del Consistorio, que les obligaba a celebrar el día festivo del 12 de octubre. Los socialistas mostraron su intención de hacerse con el gobierno del Ayuntamiento sin dar entrada al PP.
Pero los números son complicados. El PP de Badalona, donde gobernaba Albiol en la época anterior, cuenta con 10 concejales, mientras que Guanyem -donde se coaligan Podemos y CUP- tiene cinco, mientras que el PSC ostenta cuatro. Les siguen ERC con tres, ICV y Democracia y Libertad tienen dos cada uno y Ciudadanos, un concejal.
Al principio, el propio Albiol rechazó la moción de censura propuesta por el PSC puesto que entendía que debía liderarla su partido al ser el mayoritario. Pero hoy ha dado un giro al ofrecer todos sus ediles al PSC sin pedir nada a cambio, aunque sin ofrecer estabilidad. E incluso ha sembrado la duda sobre “si es un regalo envenenado o no”.
Pero el PSC sí lo ha visto así y ha sido Iceta el que ha cortado la propuesta en su primera decisión como secretario general reelegido, que se enmarca dentro de su posición contraria a favorecer la investidura de Rajoy. El líder catalán ha entendido que una colaboración con el PP catalán daría la razón a quienes apuestan por la abstención socialista en el Congreso de los Diputados.
