El BOE no sabe de poesía ni de pasiones y el 1 de agosto de 2015 publicaba este escueto real decreto rubricado por Felipe VI: “A propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con el informe favorable del Ministerio de Economía y Competitividad en cumplimiento del artículo 44.5 de la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 31 de julio de 2015, vengo en nombrar Embajador Jefe de la Delegación Permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) a don José Ignacio Wert Ortega”.

Un dedazo fruto de la situación sentimental de un exministro... 
Tras la frialdad del BOE se escondía una historia de amor y desvergüenza capaz de hacer que Mariano Rajoy perdiera la compostura y esa supuesta sensatez que siempre predica. Porque a nadie se le escapó entonces que la elección de Wert para ese cargo en París, forzada por él mismo, fue un dedazo del Gobierno, en la recta final de su mandato, para contentar a su ministro más impopular y peor valorado por la opinión pública española -y eso que dedicó varios años a la demoscopia profesionalmente-. Wert, como ministro de Educación, Cultura y Deporte, logró enfadar a casi todos los sectores relacionados con sus políticas: estudiantes, profesores, actores, deportistas, etc… A pesar de ello Rajoy, en pleno año electoral, se enfrentó a las acusaciones de usar las instituciones públicas para beneficiar a los suyos. Y es que Wert solicitó ese cargo en la capital francesa porque también había ido allí a trabajar su esposa, Monserrat Gomendio, que fuera además uno de sus altos cargos en su ministerio, concretamente secretaria de Estado de Educación.

... que sale muy caro a los españoles

La obcecación de Wert en irse a vivir con su esposa a París a vivir su idilio tiene un alto coste para las arcas públicas: el exministro cobra unos 10.000 euros mensuales más gastos de representación y vive en un piso de 500 metros cuadrados en la zona más lujosa de París que cuesta unos 11.000 euros cada mes. Y además habría que añadir la indemnización que cobró por dejar su cargo de ministro: 4.600 euros. Las cuentas están claras, en este año mantener el retiro dorado de Wert ha costado a todos los españoles más de 260.000 euros. Y eso sin contar los sueldos del chófer, los asistentes y los dos diplomáticos que también están a su servicio en su destino parisino.

Más de un cuarto de millón, la cifra del día
Las cifras son caprichosas y más con motivo de los aniversarios. Esos más de 260.000 euros que les cuesta a los españoles el mantenimiento anual de Wert se asemeja mucho al dinero que según se ha difundido este lunes dejará de percibir en Convergencia, una de las formaciones a las que más irritó el exministro de Educación, después de la negativa del PP a que contaran con grupo propio en el Senado. Será la primera vez en la democracia. Al PNV sí le permitió el grupo a pesar de no contar con los senadores suficientes.