El Cardenal de Lima (Perú), Juan Luis Cipriani, ha protagonizado una de las declaraciones más incendiarias del fin de semana al señalar a la provocación de la mujer y a los medios de comunicación como los culpables de las violaciones a niñas. Lo hizo el pasado sábado en el programa de radio que él mismo conduce, Diálogos de fe, de la cadena RPP.

Cipriani mencionó que “las estadísticas nos dicen que hay abortos de niñas pero no es porque hayan abusado de las niñas”. No contento con eso, añadió que los abusos vienen dados “porque la mujer se pone como en un escaparate provocando”. Asimismo, aseguró que los medios de comunicación también fomentan las violaciones: “Difunden el cuerpo de la mujer como atracción física carnal".

Poco tardó el Arzobispado de Lima en emitir un comunicado ante el gran revuelo que habían levantado las declaraciones del Cardenal. Pero su escrito no hizo más que avivar la polémica, ya que no replicaba sus palabras, sino que las justificaba.

El comunicado empieza afirmando que “nada justifica una agresión a una mujer”, pero matiza que “el Arzobispo de Lima lamenta que sus palabras hayan podido interpretarse erróneamente” y denuncia la existencia de “campañas que buscan tergiversar el mensaje de la Iglesia”. Además, reitera la idea de que la prensa fomenta los abusos: “La distorsión que hacen al presentar a la mujer, con reiterada frecuencia y en cualquier horario, como un objeto sexual es inaceptable”.

El propio Cardenal, al igual que el escrito emitido por el Arzobispado de Lima, se escuda en que sus declaraciones fueron malinterpretadas, a pesar de que los medios se han hecho eco de sus palabras exactas. Cipriani ha llamado este lunes a un programa de la cadena RPP para responder al aluvión de críticas: “Pretenden criticar de una manera francamente baja la responsabilidad que tengo como pastor y como hombre y como peruano y como persona de defender a la mujer siempre".

Como era de esperar, y ante otra salida de tono de un representante de la Iglesia, la comunidad tuitera ha criticado duramente las afirmaciones de Cipriani.