La concejala del grupo popular en el Ayuntamiento ciudadrealeño de Manzanares (19.000 habitantes), Dolores Serna Marín, tuvo que ser expulsada de la sesión plenaria por el alcalde de la localidad, Julián Nieva, al comprobar que la representante popular estaba sufriendo un ataque de histeria y arremetía sin miramientos contra la Presidencia del pleno, contra el público y contra el resto de grupos políticos, llegando, incluso, a insultar y enfrentarse al público asistente, que en todo momento guardó un educado y sepulcral silencio, actitud que chocó, y de qué forma, a la mostrada por la concejala del PP, que por razones obvias nunca ha logrado empatizar con la ciudadanía.

“Una mierda. Mírame a la cara”

El regidor manzanareño adoptó la decisión de expulsar a Dolores Serna tras sus continuas interrupciones a la portavoz del grupo socialista, Beatriz Labián, y después de ser amonestada hasta en tres ocasiones. La concejala díscola, no sólo no abandonó el salón con respeto y acatamiento, como manda el reglamento de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, sino que, además de demorar su marcha, increpó a todos con calificativos de “mierda”, “cobarde” y, lo que es más preocupante, se enfrentó a un vecino del pueblo que le pidió “que le mirara a la cara y se lo dijera”, como recoge el video al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM sin que el ciudadano entrara al trapo y le siguiera el juego, que todo parece indicar era lo que iba buscando la concejala del PP.

Su grupo se hizo “el sueco”

“Si yo me voy”, decía la malhumorada concejala, mientras recogía sus cosas y esperando a que sus siete compañeros restantes del grupo popular mostraran su solidaridad con ella, cerrando filas y abandonando también el salón de plenos. Un hecho constado que en el 99,9 por ciento de las veces suele producirse por coherencia política. Sin embargo, los siete concejales del PP permanecieron en sus escaños, con la perplejidad reflejada en sus miradas y no dando crédito a lo que estaban viendo y escuchando: un ataque de histerismo y una actitud que en nada beneficia al partido y sí perjudica a la formación que preside María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha.

Portavoz por un día

A pesar de que Dolores Serna Marín es presidenta local del PP de Manzanares, su partido la apartó de la portavocía del grupo, que sólo ejerció un día, el de la toma de posesión de la nueva corporación, entrando así a formar parte del libro Guinness de los Récords al ser la portavoz más efímera de la democracia española: escasos veinte minutos. Y es que el discurso pronunciado ese día fue apoteósico por varias razones, reconocen a este periódico fuentes presenciales. “Después de perder 2.000 votos y 3 concejales, a esta señora no se le ocurrió otra cosa que venir a decir que los ciudadanos somos tontos porque no votamos al PP y preferimos en 2015 al PSOE”. Un discurso que levantó ampollas entre el público asistente, que la increpó continuamente, “llamándola de todo, menos guapa”, dicen, lo que motivó la intervención del nuevo alcalde, Julián Nieva, pidiendo a los asistentes silencio y moderación.

60.000 euros que se han evaporado

Una cosa es que Dolores Serna esté decepcionada con su situación económica actual (no es para menos), “y otra que los ciudadanos tengamos que pagar sus histerias”, añaden. El caso es que la concejala, que ocupaba un destacado lugar en la anterior corporación presidida por su partido, además de ser diputada provincial por su comarca, ha dejado de ingresar la nada despreciable cantidad de 60.000 euros, siempre según lo recogido por el partido Liberales por Manzanares, que en el número 3 de su publicación recogía lo que consideraba una desproporcionada y exagera retribución, que hoy se ha evaporado. La concejala faltona se tiene que conformar ahora con 150 euros por asistencia al pleno (lo normal es uno al mes) y 120 por la asistencia a comisiones; menos de 300 euros a los que habría que descontar el consiguiente 19 por ciento de IRPF.