Todos sabemos que fumar mata y que sus contraindicaciones son de lo más diversas: problemas cardiovasculares, cáncer, bronquitis, enfisema... pero son poco los que saben que también afecta a su preciado órgano genital y a la posterior calidad de tu vida sexual

En lo que respecta a su fisonomía, según una investigación realizada por la Universidad de Texas, fumar cigarrillos reduce el tamaño del pene nada menos que un centímetro. Un preciado centímetro a la basura. Además, la deducción es bastante obvia. Al igual que en otras zonas del cuerpo, el tabaco produce atrofia vascular y esclerosis en el cuerpo cavernoso del pene. Las consecuencias de esto son nefastas, ya que reduce el tamaño del pene cuando está erecto. Teniendo en cuenta que la media española está en torno a los 13,68 cm, un centímetro arriba o abajo puede ser algo bastante valioso. A no ser que tengas los genes del famoso negro del Whatsapp, casi mejor ser prudente y sacarle partido a los que la naturaleza te ha dado. 

Además, el tabaquismo acaba dañando los vasos sangúineos, lo que dificulta el flujo de sangre que llega al órgano viril y, en consecuencia, acaba afectando irremediablemente a la función eréctil.

Pero el tabaco no es el único problema. El abuso de comida basura, un consumo excesivo de porno o no dormir las horas suficientes también afecta a tu potencia sexual. El primero se debe a que nuestra alimentación mantiene saludable nuestra función cardiovascular. Si está va mal, la función sexual posiblemente también. 

Por otro lado, un exceso de porno suele provocar trastornos de ansiedad, así como una reducción notable en la libido. Lo mejor (si puedes, claro) es irte a la cama acompañado y disfrutar después de un sueño reparador. Según un estudio de la Universidad de Chicago, no respetar las horas de descanso puede reducir en un 40% la testosterona.