Algunos en más de una ocasión se han visto tentados en decir aquello de que 'ojalá hubiera elecciones todos los años'. La afirmación no estaba desencaminada porque, con la cita con las urnas fijada cada cuatro años, los candidatos del pueblo o ciudad en cuestión se esmeraban en 'convencer' a sus electores con arreglo de calles o promesas a cumplir tras la victoria. Mucho han cambiado las cosas; con una repetición electoral en apenas seis meses tras cuatro años de incumplimiento de compromisos por parte del Gobierno del PP, parece que el hastío domina ahora entre la ciudadanía. 
La irrupción de nuevas formaciones y el fin del tradicional bipartidismo, muchos lo observaron como el cambio necesario. Sin embargo, y a la vista de los acontecimientos, la situación, lejos de aclararse, se ha enturbiado todavía más. 
Ahora, a menos de un mes de las elecciones, las promesas de los partidos se agolpan una sobre otra. Algunas, como la de bajar el IVA general y el reducido del 21 % al 18 % y del 10 % al 7 %, respectivamente, puesta sobre la mesa por Ciudadanos, "no será factible" incluirla en su programa. Lo ha dicho en una entrevista su responsable económico, Luis Garicano, quien apunta directamente al Ejecutivo de Rajoy al indicar que "es indudable que nuestras propuestas fiscales y económicas deberán ajustarse a la nueva realidad tras la situación fiscal que ha dejado el PP". 
En líneas generales, Garicano achaca la imposibilidad del cumplimiento de la promesa a las condiciones creadas con un déficit que no sigue la línea impuesta por Bruselas y una deuda pública galopante y que se sitúa ya por encima del 100% PIB. 
La situación, a pesar de lo que dicen desde Moncloa, parece que no está tan cerca de una recuperación real como intentan 'vender'. Curiosa la afirmación del propio Luis Garicano que asegura que de cara al 26J el equipo económico de su partido ultima un programa que en esta ocasión dispondrá de una "memoria presupuestaria detallada y específica". 
Volviendo a la bajada del IVA, en efecto confirma que a diferencia del programa para el 20D, ahora se queda fuera por esa conyuntura económica. Llama la atención el hecho de que Ciudadanos abandone una medida considerada estrella en diciembre, sobre todo tras la subida practicada por el PP en la anterior legislatura cuando desde la oposición, Rajoy criticaba al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y recogía firmas para reducir este impuesto. El resultado final lo conoce todo el mundo y ha pasado no sólo por no reducirlo, sino por incrementarlo de manera considerable. 
La repetición electoral -nadie descarta, a pesar de lo que se dice, que los españoles vuelvan a las urnas en unos meses-, el incumplimiento de compromisos y la eliminación de promesas de los programas de los partidos ha hecho que la ciudadanía sienta cada día un desapego mayor de la clase política. El IVA de Ciudadanos es un ejemplo significativo y eso que la precampaña sólo acaba de empezar.