Una semana tras otra el Partido Popular demuestra un gran desbarajuste interno, situación que se plasma en episodios como el ocurrido con las declaraciones contradictorias entre Mariano Rajoy y algunos miembros de su formación, a propósito de Rita Barberá.
Cuando las cosas no van como creen sus dirigentes de deben, es decir, por el redil marcado desde la sede de la calle Génova, recurren al argumento más manido: el miedo. Una de sus grandes defensoras es la aún secretaria general de los 'populares', María Dolores Cospedal. Esta sábado ha vuelto a tirar de manual para defender que, a pesar de que otros partidos hablan de cambio, éste llegó en 2011 con la llegada del PP al Gobierno. El miedo consiste en la advertencia que ha hecho de que aquellos que hablan de progreso "quieren traer retroceso".
 
Así se ha pronunciado la también presidenta del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, durante su intervención en un acto de NNGG organizado en la localidad toledana de Guadamur y que ha sido clausurado por el presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy.
 
Una vez más, y ya que jugaba en casa, Cospedal ha tirado de símiles al referirse a Castilla-La Mancha. En concreto comentó el panorama político tras las elecciones del 20 de diciembre recordando que, en realidad, el PSOE gobierna gracias a un acuerdo de investidura con Podemos, y ello como recalcó, aunque el PP fue el partido más votado y el que obtuvo más diputados en las Cortes regionales en los comicios de mayo de 2015.
Obvió, como era de esperar, las maniobras orquestadas por ella misma a la hora de reducir el número de parlamentarios en dicha región, a sabiendas de que con las cifras anteriores, probablemente, no hubiese obtenido más represetantes que los socialistas. 
Ante las acusaciones lanzadas contra los socialistas, parece evidente que el PP ve la posibilidad de repetición de elecciones muy próxima, de ahí la actitud de algunos de sus dirigentes en clave claramente electoral.