La exploración espacial, más allá del afán de descubrir, justifica sus presupuestos con las aplicaciones que sus descubrimientos tienen en el día a día. Y algo similar ocurre con la Fórmula 1, que no solo es un entretenimiento, sino que sus avances se traducen en ingenios que mejoran nuestra vida... y a veces la salvan.



Un ejemplo se encuentra bajo los pies de los pescadores que cada día se juegan el tipo en el intempestivo océano Atlántico. Un reto que pueden afrontar con mucha más seguridad gracias a la Fórmula 1.

Seis canales de dispersión
Porque la tecnología que usan los neumáticos de los imponentes coches para mejorar su frenada en condiciones de humedad también es aplicable a las botas de los pescadores. Y no hablamos solo del material usado en las ruedas, sino también del dibujo con el que cuentan, que consigue que "el agua se disperse en seis canales para conseguir una frenada más rápida".

Agarre en alta mar
Una idea que se le ocurrió a un ingeniero de Dubarry Irlanda hace ya casi 20 años y que desde entonces lleva protegiendo a los pescadores. "Cuando un marinero está en alta mar en el Atlántico, quiere estar seguro de que al pisar no resbalará y tendrá el agarre necesario", explica Laura Egan, responsable de marketing de la empresa de calzado, en el vídeo producido por el equipo Santander de Fórmula 1.

La importancia de las botas
Una producción en la que también ha participado Manuel Iglesias, un capitán de barco coruñés que detalla la importancia de la seguridad en su trabajo: "Es importantísimo en el mar y lo que más miran los marineros son las botas: si resbalas, si patinas... Cuando tienes unas botas malas, que te vas para un lado y para el otro, no haces el trabajo bien y corres el riesgo de tener un accidente fácilmente".