José María Aznar, presidente de FAES, y Albert Rivera, líder de Ciudadanos



El Partido Popular no está para bromas, pierde algunos de sus bastiones más importantes por el ascenso de Ciudadanos, que deja a la vista, con claridad, la fuga de votantes de un lado al otro, así que en FAES se han puesto manos a la obra. Este martes, desde un mitin en Zaragoza, José María Aznar enviaba a los votantes populares su súplica de que “vuelvan a casa” por elecciones, y este miércoles, el secretario general de FAES, Javier Zarzalejos, se lanzaba a la yugular de Rivera y advertía de que Ciudadanos está “en rumbo de colisión con el PP”. Dado el robo de cuotas de poder que se le avecina, la fundación ya no ve con buenos ojos al joven abogado al que trató como aliado al verle como muro de contención frente al desafió soberanista en Cataluña.

Rivera militó en el PP
El propio Rivera militó en el PP hasta tres meses antes de convertirse en presidente de Ciudadanos (desde septiembre de 2002 al 7 de abril de 2006), según publicó El Periódico de Catalunya este último año y confirmó el PP a través de documentos facilitados a la agencia EFE, de lo que se hicieron eco otros medios de comunicación. Él lo niega.

La plataforma que juntó al PP y a Rivera 
En 2012, Albert Rivera todavía coqueteaba con el PP cuando se unió a este partido en una plataforma para participar en la concentración por la unidad de España del 12-O en Barcelona; una plataforma a la que, por cierto, se unieron organizaciones ultraderechistas como Plataforma Per Catalunya y Falange de las JONS.

Aliado de FAES
En un artículo reciente, el director de ELPLURAL.COM, Enric Sopena, apuntaba que “Ciudadanos surgió de la mano de José María Aznar, volcado entonces en su FAES”, y explicaba por qué: el partido de Rivera “se convirtió en una especie de asilo y fortín para el españolismo en Cataluña”. Incluso recordaba que la portavoz de Ciudadanos Maite Nolla fue “militante del PP” e “ingresó también en el FAES catalán bajo el paraguas de Aznar”.

El giro de 180 grados
Pero el escenario político ha cambiado y Ciudadanos ha pasado de ser el amigo al principal enemigo en la pelea por el voto de la derecha. El expresidente del Gobierno José María Aznar lo dejaba claro en un mitin en Zaragoza el martes, cuando advirtió a los votantes algo descontentos con el PP que no le hacen ningún favor al partido al votar a Ciudadanos. “Volved a casa”, dijo en su discurso muy centrado en el principal rival.

La lógica del poder
Este miércoles, el relevo lo tomó el secretario general de la FAES, Javier Zarzalejos, en un artículo que puede leerse en la web de la fundación, y que tituló: “La ruta del voto”. ¡Ojo!, parece decir: "La lógica de poder" sitúa a Ciudadanos "en rumbo de colisión con el PP, ahora y después de las elecciones”, escribe el directivo de FAES.

Objetivo: acabar con el PP
A pesar de que puede haber “colaboración” y “un terreno de entendimiento en esta o aquella comunidad autónoma o en este o aquel ayuntamiento", “se trata de proyectos políticos diferentes y que, en el caso de Ciudadanos, y más aún como partido emergente, esa diferencia se plasmará en opciones de poder que no pasarán por el PP sino, a menudo, contra el PP y, en todo caso, para la sustitución del PP como objetivo", advierte el secretario general de FAES.

Javier Zarzalejos aclara a los votantes populares que los titulares, que reflejan datos de los últimos sondeos, de que el PP necesitará de Ciudadanos para gobernar es un “malentendido peligroso” porque "transmite la idea equivocada de que Ciudadanos es un partido nacido para consolidar el poder del PP, como si su objeto fundacional fuera completar las mayorías que el PP no obtendría por sí mismo, lo cual está muy lejos de ser cierto".

"Al distorsionar de esa manera lo que Ciudadanos es, se consolida la creencia entre algún segmento del electorado popular de que el PP y Ciudadanos son votos intercambiables, que tienen un origen común y que en las instituciones tendrán un mismo destino", insiste Zarzalejos que niega esa máxima, ya que –explica- el objetivo de Ciudadanos "no puede ser otro" que el de "acabar con ese PP que, a partir de 1990, reúne a todo lo que está a la derecha de la izquierda".