Las conclusiones de la investigación se presentan hoy en Corea del Sur. (Foto: www.sussex.ac.uk)



Hoy se presentan en la conferencia CHI 2015, en Corea del Sur. Unas horas antes, en la web de la británica Universidad de Sussex, institución donde se han desarrollado las investigaciones, han sido dadas a conocer algunas de las conclusiones del estudio. A modo de titular todo podría ser resumido con el utilizado por el centro académico, es decir, “La tecnología puede transferir emociones humanas a la palma de una mano a través del aire”.

A grandes rasgos parece que todo podría quedarse en uno de esos titulares llamativos propios de una noticia deportiva cualquiera, o relativo a esos estudios sin sentido que propician conclusiones aún más irracionales.

Sin embargo, en esta ocasión el tema no es baladí y parte de una premisa sorprendente. La emoción humana puede ser transferida gracias a la tecnología que actuaría de estimulante para diferentes partes de la mano sin que se produzca un contacto físico. Según la web de la Universidad de Sussex, “las tecnologías de próxima generación pueden estimular diferentes áreas de la mano para transmitir sentimientos de, por ejemplo, la felicidad, la tristeza, la emoción o el miedo”.

Enorme potencial
En la misma página se señala que por ejemplo, explosiones cortas y nítidas de aire a la zona alrededor de los dedos pulgar, índice y parte media de la palma generan emoción, mientras que los sentimientos tristes son creados por estimulación lenta, y moderada de la palma exterior o el meñique.

En este sentido, la doctora Marianna Obrist, profesora del departamento de Informática, ha indicado que estos hallazgos proporcionan “enorme potencial” para las nuevas innovaciones en la comunicación humana.

De este modo, la propia doctora ha puesto un ejemplo: “Imagine una pareja que acaba de tener una pelea antes de ir a trabajar. Mientras ella está en una reunión, recibe una suave sensación transmitida a través de su brazalete en la parte derecha de su mano en movimiento en el centro de la palma. Esa sensación la consuela e indica que su pareja no está enfadada”.

Comunicación humana
La tecnología está en constante desarrollo y en el caso concreto de esta investigación se basa en el sistema Ultrahaptics. Las posibilidades que pueden derivar de este estudio son enormes. En concreto, tal y como ha asegurado Obrist, “una tecnología similar podría ser usada entre el padre y el bebé, o para enriquecer la comunicación audiovisual en las relaciones de larga distancia”. Pero hay más puesto que “también tiene un enorme potencial para el uno-a-muchos” en materia de comunicación, y por ejemplo “los bailarines en un club podrían levantar la mano para recibir la estimulación táctil que mejora la sensación de excitación y la estabilidad”.

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Gracias a esta investigación, la doctora Marianna Obrist acaba de ser galardonada por el Consejo Europeo para el desarrollo de un proyecto de cinco años de duración. El objetivo del mismo será ampliar las pesquisas al gusto y el olfato, así como el tacto.

Al margen de las aplicaciones que en materia de ocio (televisión, videojuegos, etc) puedan tener las conclusiones finales de este proyecto, lo cierto es que la vista también está puesta en las personas discapacitadas. Así, en palabras de Obrist “a largo plazo, podremos explorar cómo las experiencias multi-sensoriales pueden beneficiar a las personas con deficiencias sensoriales”.