Uno, que ejerce de mentor o  tutor o profesor o ya no sabe bien cómo denominarlo, trata con adolescentes y universitarios con una cierta regularidad.

Ayer, Silvia, que andaba en un proceso de selección en una empresa de moda, me mandó por Whatsapp un mensaje de voz para explicarme cómo le había ido.

No es que ella sea especialmente hipster (un poco sí, aunque lo niegue). Es una tendencia cada vez mayor. En mi caso, me atrevería a decir que uno de cada diez mensajes que recibo de jóvenes, son en formato voz.

Este hecho, que no deja de ser anecdótico y significativo solo para los encargados de diseñar los planes de precios de las operadoras, tiene un fondo mucho más interesante.

La primera conclusión es bastante simple e intuitiva: los jóvenes prefieren hablar y escuchar a leer y escribir. No creo que le extrañe a nadie. Es parte de la naturaleza humana. También el tipo al que le dio por pintar animales en las paredes de las cuevas de Altamira pensaba así. No seré yo quien denueste la lectura y la escritura, antes bien todo lo contrario, pero hay que reconocer que no son el colmo de la eficiencia.

Hay además otra componente. Para los jóvenes, la comunicación es asíncrona. Los adultos estamos acostumbrados a que una conversación tenga lugar de forma simultánea entre dos o más partes. A los nativos digitales eso les da igual. Hablan cuando quieren, escuchan cuando les viene en gana... Debo reconocer que a mí, personalmente, es algo que me exaspera, pero ya he aprendido a vivir con ello.

Cuando se analizan los cambios en la manera de comunicarnos que estamos viviendo, la mayoría se centra en los canales, los formatos y el lenguaje. Pero en realidad van más allá de todo eso. Los jóvenes están construyendo su propia manera de explicar el mundo. Y, como su percepción de éste es muy diferente a la nuestra, también lo es su forma de expresarlo.

El "texting" agoniza. La comunicación síncrona está en coma. Las empresas de siempre no se enteran. Y hay un montón de locos dispuestos a sacar partido de ello.

Si no me creen, piensen que también decían que lo de Whatsapp casi gratis era imposible.