El exdirector de 'El Mundo', Pedro J. Ramírez / EFE



Pedro J. Ramírez acusa a Rajoy de pretender un mayor control de los ayuntamientos con su reforma de la ley electoral, una maniobra con la que, según el exdirector de El Mundo, busca “dinamitar la democracia parlamentaria que rige todas nuestras instituciones”.

Busca asegurarse un mayor control
En su columna de este domingo en El Mundo, Pedro J. recurre a una cita del historiador Juan Ignacio Marcuello para sintetizar lo que Rajoy se propone con su propuesta de que gobierne el alcalde más votado: “Se trataba de asegurar al Gobierno central un control decisivo de los ayuntamientos a través de la designación de los alcaldes”.

“No hace falta cambiar ni un acento para retratar la principal pretensión de Rajoy ante el curso que comienza”, añade Ramírez.

Dinamitará el sistema
Para el exdirector de El Mundo, “convertir en alcalde al cabeza de la lista más votada, otorgándole una prima de mayoría a palo seco, supondría dinamitar el sistema de representación proporcional y democracia parlamentaria que rige todas nuestras instituciones”.

"Los mediocres que rodean a Rajoy y la orwelliana Cospedal"
Pedro J. carga, también, contra “los mediocres que rodean” a Rajoy “en Moncloa” y contra “la orwelliana María Dolores de las Mentiras y su pajecillo Riquete el del Copete”, que “retortijan y despanzurran cada lunes el lenguaje”.

Convertirá a muchos en votantes de segunda
El exdirector de El Mundo deja claro que la reforma de la ley electoral que pretende imponer Rajoy “equivaldría en la práctica a restringir el derecho al voto o al menos convertir en votantes de segunda, condenados a una mera expresión testimonial, a quienes no estén dispuestos a pasar por el aro del bipartidismo. Apoyar bajo la nueva norma a Vox, Ciudadanos, UPyD, Podemos, IU o cualquier candidatura local independiente sería poco menos que tirar el voto”.

La bicha de Rajoy para un mayor control
“Como además nada se dice de elecciones primarias –he ahí la bicha del PP– ni de candidaturas abiertas o desbloqueadas, está claro que ese cabeza de lista seguiría siendo designado por la cúpula del partido. O sea por Rajoy en el caso de las grandes ciudades –tras su reciente encuentro secreto con Esperanza Aguirre cualquier mañana despejará digitalmente la incógnita de Madrid– y por sus machacas en el caso de las medianas y pequeñas”, añade Pedro J.