"¿Qué tengo? NADA. La cruda verdad de 'Entre todos'". Es el título del post de la periodista y crítica de televisión Mariola Cubells en el Huffington Post en el que desnuda las miserias del programa presentado por Toñi Moreno y que acumula algo más que polémica sin que los directivos de TVE hagan nada por evitarlo.

La Fiscalía demanda a RTVE y Entre Todos
Entre otras cosas, la televisión pública y la productora del espacio, Proamagna, han sido demandados por el Ministerio Fiscal por vulnerar presuntamente los derechos de imagen y la intimidad de un niño con discapacidad, según reveló el pasado 4 de julio el diario El País. El fiscal pide 15.000 euros de indemnización porque cree que se utilizó su imagen enfatizando su discapacidad "con fines conmiserativos y mendicantes".

La demanda, que ya ha sido admitida a trámite, se hace extensiva, como “responsables solidarios”, a Proamagna, productora de Entre todos; Nicolás Díaz Bustos, director del programa, y RTVE.

Utilización de menores discapacitados
La Fiscalía actúa en este caso de oficio tras ver cómo se incluyó información detallada sobre la vida de este menor discapacitado a quien se puede identificar perfectamente. Asegura que la imagen que se ha transmitido del niño dista mucho de ser integradora. “Cae de lleno en la óptica caritativo/paternalista de la desgracia familiar enfatizando negativamente la discapacidad”, añade la demanda.

Denuncias y peticiones de retirada
El espacio, que se emite todas las tardes en la televisión pública, ya ha dido denunciado por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, (Cermi), que ha exigido reiteradas veces su retirada. También la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, denunció el espacio al Defensor del Pueblo para que considere la posibilidad de remitir la queja a la Fiscalía General del Estado, por la instrumentalización de menores.

La desesperación de Juan
En su post, Cubells explica el caso de Juan, parado y con cuatro hijos a su cargo, uno de ellos discapacitado. Nunca se la habría ocurrido llamar si no fuera por la desesperación. Firmó una autorización en la que le permitían filmar a sus hijos, todos ellos menores:

 

 

 

"Llegó el día del programa. Conexión en directo con Juan y su casa. En su auxilio acudió José Vicente, que ofreció lo que podía: ropa para los niños. Le atendieron los redactores que filtran las llamadas (para evitar lo inevitable: que se cuelen espectadores críticos con el espíritu del programa, y lo cuenten en directo). Le preguntaron que si quería pasar en directo para hablar con Toñi pero dijo que no.

- Lo que quieras. Pues luego, al acabar, le daremos tu teléfono a Juan y él te llamará.

- ¿Me llamará él?-, preguntó sorprendido.

- Sí, es la norma del programa.

Mientras tanto, José Vicente veía a Juan en directo, implorando, rodeado de sus hijos. A veces Toñi (la "hipervitaminada" presentadora, tal y como la definió, celebérrimamente, Le Figaro en un reportaje sobre el espacio titulado España tiene un programa de tele para los pobres), se dirigía al público con su mítico grito de guerra: ¿¿¿Qué tengo??? Y cómo el público entregado respondía: ¡¡¡Llamada!!!

- Quería ayudar a Juan, decían los oyentes.

Toñi se pone contenta, Juan también. Acaba el lacrimógeno momento".


El premio: un listado de teléfonos
Tras el programa le ofrecieron el listado de los que habían llamado con sus respectivos teléfonos para que se pusiera en contacto con ellos. ¿Resultado? Lo que le ofrecieron trabajo le pidieron su curriculum y hasta ahora. De los que ofrecieron dinero, pocos cumplieron:

 

 

Quince días después, con ese listado y agotados los minutos de tarifa plana del teléfono de su hermana y otros tantos de recargo, Juan consiguió 4.000 euros, una compra realizada por una pareja en un supermercado y promesas de mirar despacio su curriculum en una empresa a 85 kilómetros de donde vive. Hubo algunos de los que habían llamado al programa que acabaron diciéndole, "estoy para pedir, no para que me pidan".


Un programa obsceno y peligroso...
Para el protagonista de esta historia, relata Mariola Cubells, todo fue muy duro. Se le caía la cara de vergüenza al ver cómo, llamada tras llamada, veía cómo muchos le esquivaban. Elk relato de esta historia corre a cargo de José Vicente Pascual a quien agradece que le contara esta historia tan dura y real. Fue la primera persona que llamó para solidarizarse con Juan y ofrecerle ropa. Mariola Cubells lo tiene claro:

 

 

Es el PEOR programa de la tele actual, el más obsceno, uno de los más peligrosos, por lo que amaga, por dónde está ubicado, por su puesta en escena... Pese a todo, ahí sigue, en una TVE que naufraga, que delira, que muere a días, que avergüenza, que ofende, que muerde, que peligra, que aterra... todo a partes iguales.

Sin ese estado terminal de la tele pública, sin esa decadencia moral, probablemente Entre todos no podría existir. En una tele pública sana y normal, ningún programa habría soportado las bofetadas de sentido común, las críticas sesudas, los gritos ciudadanos y judiciales. No se habría humillado a ningún Juan.


...que engorda las cuentas de algunos
Y deja un epílogo final de cómo enriquecen a algunos las miserias de otros:

 

 

Una temporada de Entre todos (125 programas), cuesta 3,68 millones de euros, 30.000 euros por emisión. Lo realiza la productora Proamagna, propiedad de Pablo Carrasco, antiguo director de RTVA, donde puso en marcha el espacio original Tiene arreglo. De hecho, Canal Sur denunció a TVE por plagio. Toñi Moreno cobra 175.000 euros por temporada, a razón de 1.400 euros por programa. Ahí lo dejo.


Echenique lo ve ejemplar
Mientras tanto, el presidente de la Corporación de RTVE, Leopoldo González-Echenique, insiste en mantener el denostado programa. "Se muestran ejemplos de superación de personas con capacidades disminuidas que, a pesar de las dificultades, pueden ser modelos a seguir y referencia para otros muchos de cómo, con esfuerzo, se pueden acercar a esa convivencia en igualdad”, respondió a la diputada socialista Laura Seara en el Congreso de los Diputados.