El pasado martes tuvo lugar en el Juzgado de Primera Instancia número 45 de Madrid, la vista oral del procedimiento ordinario 285/2012, por el que se solicita a la justicia que Hazte Oír, la plataforma conservadora que fundó el activista ultracatólico Ignacio Arsuaga, sea disuelta al formar parte de El Yunque, una peligrosa sociedad secreta y paramilitar que hace del grito “¡Viva Cristo Rey!” su ‘leitmotiv’.

La demanda
Fue el 28 de febrero de 2012 cuando el abogado Pedro Leblic presentó la demanda en la que también se solicita que sean disueltas Profesionales por la Ética, la Organización del Bien Común, el Instituto de Política Familiar y la Asociación de Montaña a Contracorriente. Entre otros documentos, la demanda se apoya en un informe que entre marzo y abril de 2010 redactó Fernando López Luengos, filósofo y una de las personas que más se ha movilizado contra la ley del aborto y la asignatura Educación para la Ciudadanía.

64 páginas sobre El Yunque en España
El documento, de 64 páginas y al que ha tenido acceso este periódico, fue presentado a la Conferencia Episcopal para su estudio y análisis, con el objetivo de denunciar los "métodos de control, infiltración y ocultación" que presuntamente realizan las asociaciones que actúan en España como altavoz de El Yunque.

Estructuras de poder
Según este informe, que ha sido remitido a los máximos mandatarios de la Iglesia española, El Yunque ha conseguido introducirse en las principales estructuras de poder de nuestro país. “Se han introducido en estructuras mediáticas (hay miembros del Yunque en Intereconomía y en La Gaceta y existen indicios de infiltración en TeleMadrid y en La Razón), partidos políticos (algunos asesores del PP, infiltración en Comunión Tradicionalista Carlista) en la Universidad, movimientos eclesiales y en varios órganos diocesanos”.

Ocupar poder y captar jóvenes
El Yunque ha conseguido este alto grado de penetración en la sociedad gracias a su férrea organización interna. Según López Luengos, parte del éxito radica en la división de funciones. “Si la acción prioritaria de los adultos parece ser la ocupación de parcelas de poder infiltrándose en distintas realidades sociales, religiosas, políticas o mediáticas, a los jóvenes se les explica que deben aprovechar su juventud para afiliar, es decir, captar candidatos”. 

“Obligación de investigar”
“En las primeras fases los candidatos -a formar parte de El Yunque tras ser captados- son invitados a actividades de asociaciones tapaderas -como excursiones a la montaña o acampadas- en las que en ningún momento se les informa de la existencia del Yunque. Este proceso puede durar meses. A lo largo de este tiempo el orgánico (miembro del Yunque) que le ha captado tiene la obligación de investigar en profundidad todos sus datos personales: entorno familiar, gustos, costumbres, hábitos, orientación ideológica, prácticas religiosas…”, se expone en el informe que fue enviado en 2010 a monseñor Rouco Varela.

Espiando a las parroquias
Todos los datos observados sobre las personas o entidades investigadas deben ser plasmados en “fichas” que los miembros del Yunque “deben rellenar con datos de amigos, conocidos o familiares, o también sobre asociaciones, movimientos eclesiales o parroquias cuya actividad tenga algún interés para los fines de la organización”. López Luengos deja claro en su informe que se hacen fichas “tanto de realidades o personas amigas como de realidades o personas enemigas”. Después, “toda esa información es centralizada en el Centro de Documentación de la organización”.

Los obispos también son investigados
Para López Luengos no cabe duda de que “obtener datos de las personas” y de todo el que tenga “algún contacto” con el movimiento es una tarea esencial para El Yunque. Por ello “cuando ponen en funcionamiento una iniciativa (por ejemplo una plataforma) aprovechan toda la información de la gente que entra en contacto con ellos y elaboran informes con sus datos: una conversación, una inscripción en una actividad sirven para obtener información que será puntualmente pasada por escrito”. A este respecto, el informe enviado a Rouco Varela es tajante: “Con todos los datos obtenidos se elabora un perfil de cada persona y que incluye a los propios obispos, su sensibilidad, su actitud hacía temas de interés para la organización…” Así, “cuando la organización decide ponerse en contacto con algún responsable eclesial, saben ya de antemano cuál es su sensibilidad hacía los temas que son de su interés”.

“Normas para redactar informes”
Para ser más efectivos en sus tareas de espionaje, El Yunque ha llegado a facilitar a sus miembros un documento en el que se explican una serie de “normas” básicas para elaborar informes. “Redactar la información en tercera persona como si fuésemos espectadores de lo que está ocurriendo”, “redactar la información con los mismos criterios que utiliza un periodista al escribir una noticia”, o  aportar “evidencia y garantías”, son algunos de los consejos emitidos a los miembros de esta asociación paramilitar y secreta que en la última década ha incrementado enormemente su actividad en España.

Esquema de informe
Y es que El Yunque se toma tan enserio la labor de investigación que presuntamente incluso distribuyó un “guión de informe” a sus miembros. Su objetivo es que en cada ficha se redacte la información de un modo esquemático. La clave está en responder a una serie de cuestiones básicas como “qué”, “quién”, “cuándo”, “dónde”, “cómo”, o “por qué”.

Documento que supuestamente utilizaba El Yunque para investigar a diferentes personalidades



La demanda
Ambos documentos aportados por ELPLURAL.COM sobre cómo espía El Yunque forman parte del informe elaborado por López Luengos. Informe que a su vez articula la denuncia sobre la que tendrá que emitir sentencia  el Juzgado de Primera Instancia número 45 de Madrid.

Negación de Hazte Oír

A través de su página web, Hazte Oír –al igual que el resto de asociaciones anteriormente mencionadas- negó tajantemente estar “controlada” u “operada” por El Yunque. De hecho, aseguraron en su día que “no guardan ninguna relación” con esta sociedad secreta, que sus fines no pueden ser tachados de delictivos y que nunca han estado integrados en secta o sociedad secreta alguna. Asimismo, Hazte Oír se querelló en su día contra López Luengos por redactar dicho informe sobre El Yunque.