El marcador se mueve poco y todo indica que la batalla en las europeas entre el PSOE y el PP será reñida. Los sondeos oscilan entre estrechas victorias de uno y otro con tintes de empate técnico, lo que atendiendo al anterior resultado del PP dice mucho de su caída en picado. La Razón, sin embargo, vuelve a apostarlo todo a los populares con un titular de portada surrealista: “El PP ganaría las europeas al PSOE sin aún haber designado candidato”. Fija la ventaja en 2,1 puntos, lo que entra en el margen de error que contempla el propio sondeo (3,33), lo que lleva a empate técnico.



PP, 30,4%; PSOE, 28,3%
De acuerdo con la encuesta, el PP ganaría con el 30,4% de los votos (el anterior sondeo de febrero de La Razón le daba un 29,9%), lo que le daría entre 18 y 19 diputados, frente al 28,3% de los votos que conseguirían los socialistas (16-17 escaños). En la anterior encuesta, el PSOE obtenía 28,1%. El sondeo de febrero de La Razón iba en la misma línea de otro de ABC, que cerró con empate técnico.

Pérdida de votos en los dos grandes partidos
El PP pierde de los anteriores comicios europeos, en 2009, 2,1 millones de electores; una caída de 11,7 puntos. El sondeo de La Razón no da un balance positivo, tampoco, a los socialistas, que perderán, de acuerdo con esta encuesta, 10,5 puntos.

IU y UPyD ganan; también la abstensión
Como el resto de sondeos, la abstención gana terreno y acudirían a votar sólo el 42% de los españoles. Los más beneficiados de la pérdida de votos en los dos principales partidos serían Izquierda Unida, que se quedaría con el 12,1% de las papeletas (1.800.000), con entre 7 y 8 diputados. También sacaría partido UPyD, que alcanzaría el 7,3% de los votos, con entre 4 y 5 escaños en el Parlamento Europeo.

Arias Cañete, Aguirre, Mari Mar Blanco o Pons
Sobre los candidatos, Miguel Arias Cañete es la opción que prefieren los consultados (41,2%), seguido de Esperanza Aguirre (25,1), Mari Mar Blanco (15,6) y Esteban González Pons (10,6%). De esta última candidatura el diario destaca que le permitiría a Rajoy seguir jugando con el factor sorpresa y le evitaría un cambio en el Gobierno, que no es de su agrado.