El expresidente del Gobierno José María Aznar, junto a su esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a la salida ayer del Congreso de los Diputados, donde ha sido instalada la capilla ardiente del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. EFE



Los últimos días de Adolfo Suárez propiciaron un aluvión de artículos y elogios en la prensa de buena parte de los políticos españoles. Ahora, con el reposo necesario, nuevos artículos sacan los colores al oportunismo de ciertos dirigentes y, especialmente, al de José María Aznar, cuyo texto en El País autoproclamándose "amigo", "legatario" y "heredero" de Suárez no ha sentado muy bien al periodista Carlos Matías.

En un contundente artículo en Estrella Digital, Matías asegura que el ex presidente del Gobierno "ha batido todos los récords a la hora de vampirizar a Adolfo Suárez".

"Heredero de Suárez"
Aznar escribió en el diario de PRISA cosas como estas: "Conocí a Adolfo y fui su amigo. (...); soy, como todos lo somos, deudor de su obra política, y me hice voluntariamente —como tantos— legatario suyo, una de las mejores decisiones de mi vida política (...). Creo que las cosas que he podido hacer bien deben mucho a lo que aprendí de él: integrar, sumar, acoger, abrir en la política espacios al consenso y al encuentro".

"Encantado de haberse conocido"
A lo que Matías responde "¡Toma ya! Aznar se auto proclama 'amigo', 'legatario' y nada menos que 'heredero' de Suárez, aprovechando su muerte para contarnos a todos lo encantado que está de haberse conocido ('una de las mejores decisiones de mi vida…'), creyendo una vez más que el mundo gira en torno a su ombligo".  Y señala que Aznar es "precisamente el político más antagónico a Suárez".

El mitin con Aznar
Muy ilustrativo también sobre la relación de Aznar y Suárez es el artículo de César García Serrano en El Digital de Castilla-La Mancha, que él mismo dirige. El periodista fue director de la fracasada campaña electoral de Adolfo Suárez Illana en Castilla-La Mancha y relata cómo se fraguó el mitin con el fallecido ex presidente, que a la postre sería su última intervención pública y en la que España entera pudo ver cómo el Alzheimer ya iniciaba sus primeros estragos.

Hacerse la foto
"Decenas de periodistas habían acudido al que sería el acto de precampaña de Aznar con mayor repercusión mediática. Mantengo la teoría de que Aznar aceptó mandar a Suárez Illana a Castilla-La Mancha con el único objetivo de hacerse la foto en algún momento con él y con su padre. Lo demás le daba igual porque ya había puesto todo de su parte para que Bono ganara las elecciones a cambio de su apoyo al Plan Hidrológico Nacional", explica García Serrano.

"Aznar logró lo que quería"
"Aznar logró lo que quería, que era centrar su imagen con ayuda de la de Suárez. Adolfo padre logró dar el espaldarazo a su hijo y ratificar y agrandar el cariño y respeto de la gente hacia su propia figura. Es decir, no consiguió nada. Y Adolfo hijo logró conocer el alcance real de la enfermedad de su padre. Aunque se lo pidieron, nunca más permitió que se expusiera al público", añade el director de El Digital de Castilla-La Mancha.

"No recordaba nada"
La conclusión de su artículo no puede ser más triste: "De vuelta a la finca nos encontramos a Adolfo Suárez en su estado de ánimo habitual, aunque algo más cansado. Del mitin, celebrado unas horas antes, no recordaba nada".