¿Podrá el Partido Socialista francés seguir gobernando después de la debacle de la primera vuelta en las elecciones municipales? Habrá que ver lo que ocurre. Pero todo apunta a que la extrema derecha [Marine Le Pen] puede acabar siendo, como mínimo,  árbitro de las urnas del próximo domingo. Ni más ni menos.

Erosión del Estado del Bienestar
Y hay que contar además con la numerosa abstención de los franceses, como consecuencia de su creciente irritación ante una izquierda desbordada y ramplona. Lo peor es que el Partido Socialista no ha conseguido, durante estos dos años, conectar con la ciudadanía para levantar los ánimos de la gente  de a pie, naturalmente asustada frente a una crisis que sigue paulatinamente erosionando el Estado del Bienestar.

Los conservadores remontan
Por otra parte, el UMP [Unión por un movimiento popular y derechista], donde se encuentra el partido conservador, ha remontado bastante en relación a la gran victoria del socialismo el 15 de mayo del año 2012. Entonces, François  Hollande fue elegido presidente de la República  derrotando a Nicolás Sarkozy.

La decepción
Hollande ha decepcionado a sus votantes y simpatizantes  por su perfil de hombre gris, sin carisma alguno, más cercano a un  funcionario que a un político con miras de Estado. Las ansias de que se tomaran medidas protectoras  para la clase media y la clase baja se fueron evaporando. Mientras tanto, la cifra de los parados alcanzó un record histórico en Francia: 3´3 millones de personas sin empleo.

Política parecida a la de Sarkozy
Su política ha sido muy parecida, hasta ahora, a la de su  antecesor en la Presidencia de la República, el citado Sarkozy.  El giro a la derecha de Hollande es un error mayúsculo. Y es que si la izquierda va por el carril de la derecha no hace nada más que abrir las puertas a la extrema derecha, a los conservadores y a los aventureros radicales. Y cerrar las esperanzas a los que creyeron que los partidos progresistas eran sus salvadores.

Socialismo de tercera vía
¿Pero cómo es posible que Manuel Valls -nacido en Barcelona el 13 de agosto de 1962- sea el ministro del Interior del Gobierno socialista? Hace años que va predicando por doquier que hay que terminar con el "viejo socialismo" y que conviene "reconciliar a la izquierda con el pensamiento liberal", mientras sueña con la marca Tony Blair, el de la guerra de Irak y el de la tercera  vía. Es decir, un socialismo descafeinado casi del todo.

Tomen nota el PSOE y el PSC
¿Pero cómo Valls se ha permitido, y Hollande le ha permitido, tratar de expulsar de Francia a grupos de gitanos procedentes de Rumania y de Bulgaria? Tuvo que intervenir el primer ministro del Gobierno, Jean-Marc Ayrault y contradecir la canallada de su ministro del Interior.  Suerte, sin embargo, que la española/francesa Anne Hidalgo puede muy probablemente ser la alcaldesa de París. De nuevo, al menos, podremos decir que siempre nos quedará París. [Tomen nota el PSOE y el PSC]

 

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
En Twitter es @enricsopena