Vino a Madrid desde Palencia para participar en las Marchas por la Dignidad. Veintitrés años. Acudió a la capital junto a su novia porque aunque tiene “la suerte de tener trabajo” quería “apoyar a la gente sin empleo”. En el paseo de Recoletos recibió un impacto de una pelota de goma en la entrepierna que le dejó sin un testículo. “Vi a madres y padres corriendo empujando el carrito de sus hijos… lo que dice Cristina Cifuentes es surrealista”, afirma el joven en una entrevista en El Mundo. La delegada del Gobierno en Madrid ha abierto un expediente sancionador a los organizadores de las Marchas, a quienes responsabiliza de los incidentes ocurridos durante la manifestación.

El disparo lo recibió al inicio de las cargas policiales, "que comenzaron cuando no habían finalizado de hablar los que estaban en el escenario", según declaró el joven en declaraciones a Eldiario.es, referencia al acto final de las Marchas de la Dignidad, celebrado en Colón.



Apalearon brutalmente a un grupo pacífico
“No se está contando, pero hubo un grupo que se resistió pacíficamente tras una pancarta y los apalearon brutalmente”, ha contado el joven, ingresado en el Hospital Gregorio Marañón.

Una manifestación necesaria y pacífica
Según su vivencia, todo iba “con normalidad” y “la gente no iba buscando altercados. Nadie vino a Madrid con cañones”. Fue una “manifestación masiva, necesaria y pacífica”.
Sobre el impacto de la pelota de goma en sus genitales, explica que es un dolor “que no te puedes imaginar”. Es como una “patada ahí”, pero “multiplicada por mil”, que te lleva al borde del desmayo. Pide respeto para todos los heridos, también para los policías. A quienes culpa es a los de arriba porque “al final, todos somos víctimas del juego de los gobernantes”.