El departamento de análisis de la agencia de calificación Moody's ha dado a conocer un informe sobre la situación de la economía española en el que apunta que 2013 habrá sido el último año de recesión, con una caída de la economía del -1,2% del Producto Interior Bruto (PIB), pero que se enfrenta a una "débil recuperación", dado que según sus estimaciones el PIB solo crecerá este año "modestamente", alrededor de un 0,6% y alrededor de un 1% en 2015.  En el informe se considera que el elevado desempleo, el ajuste del mercado inmobiliario, la escasez de crédito y el bajo consumo lastarán el crecimiento. En la otra cara de la moneda Moody's señala que las exportaciones, así como el tirón de economías como Alemania, reino Unido, Francia, Portugal e Italia impulsarán la demanda.

"Suave deflación"
La agencia señala que España se enfrenta a un periodo breve de "suave deflación" similar al que experimentó entre marzo y octubre de 2009 y advierte que si la caída de precios (en general del valor de la economía) se prolonga impediría que la recuperación cogiera impulso porque "los hogares y las empresas tendrían dificultades para pagar sus préstamos actuales, impulsándoles a reducir o posponer el gasto" (menos consumo y menos inversiones). La agencia explica que la deflación "haría más difícil que el Gobierno pudiera reducir su deuda, incrementando las presiones para reestructurarla y/o austeridad fiscal. España, con elevados niveles de deuda pública, es particularmente vulnerable", advierte Moody's.

Nivel "insostenible" de deuda pública
Los bancos españoles han utilizado el dinero prestado por el Banco Central Europeo (BCE) a bajísimos tipos de interés para comprar deuda soberana española, que en el 2012 pagaba intereses del 6%, luego bajaron al 5 y ahora rondan el 4,5%. Negocio redondo, porque además los bancos pueden tener toda la deuda soberana que deseen y los requisitos de capital asociados que se les aplican son relativamente bajos. Sin embargo Moody's considera que el volumen de deuda pública española que tienen los bancos es tan grande que es "insostenible", y por eso cree que aunque el Banco Central Europeo volverá a inyectar dinero en bancos de países de la eurozona con problemas, como por ejemplo España, dicha inyección de dinero estará condicionada a que aumente el crédito a las empresas y que no se use para comprar deuda pública, lo que a su vez provocaría un endeudamiento de la deuda pública española.