El Partido Popular diseñó como estrategia de oposición criticar la política de infraestructuras del Gobierno de Zapatero. Sabedor de que poner en marcha líneas de AVE o mejorar puertos y aeropuertos era una demanda ciudadana, el PP extendió la idea de despilfarro público al mismo tiempo que su 'barones o baronesas' regionales emprendían grandes obras por su cuenta para intentar eclipsar al Gobierno central y acusar a Zapatero de que lo que no hacía el Gobierno lo hacían ellos. Ahora, cuando el PP lleva dos años gobernando la nación y la crisis sigue, la cifras y los datos se imponen a la realidad. En primer lugar, y en contra de la idea que extienden algunos lobbies, la inversión estatal en infraestructuras en España está por debajo de la media europea. Incluso en los grandes años inversores de Zapatero con la expansión del AVE la inversión pública llegó al 80% de la media europea. Y hay que ser rigurosos, todas las obras que han resultado un fracaso llevan la firma del PP, a excepción del aeropuerto privado de Ciudad Real que, al ser privado, no se puede adjudicar a los socialistas porque el Gobierno central nada tuvo que ver.

Pedir responsabilidades a los responsables
La estrategia del PP ha calado en los medios de comunicación e incluso en programas de prestigio como 'Salvados', de la Sexta, se presentan obras de infraestructura despilfarradoras como si fueran responsabilidad del Gobierno central, o como si hubieran sido impulsadas por el Gobierno de la nación. Y como se habla de dinero "público" la sensación es que las pagan todos los ciudadanos. No es así, en la Comunidad de Madrid han quebrado todas y cada una de las autopistas de peaje, conocidas como "radiales", diseñadas por Esperanza Aguirre, financiadas y adjudicadas por la Comunidad de Madrid que gobierna el PP. Esperanza Aguirre puso en marcha el proyecto con el beneplácito de toda la prensa que la elogiaba por combatir la marginación que el Gobierno central tenía hacia Madrid. Nadie ha pedido explicaciones a Esperanza Aguirre por unas infraestructuras que no tenían sentido y cuya quiebra asumirá el Ministerio de Fomento (PP) en un factura que sí pagaremos todos.

Los aeropuertos de Murcia y de Castellón han supuesto inversiones multitudinarias y están cerrados. Los impulsaron desde el PP en dos Comunidades 'pata negra' del PP, Valencia y Murcia. El de Castellón lo hizo mundialmente famoso el actualmente condenado Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación y mandamás del PP durante décadas en esa provincia y en esa Comunidad. Y en Murcia es de sobra conocido que la familia Valcárcel manda indiscutiblemente desde hace 20 años. Responsabilidad total y absoluta del PP.

Gallardón el derrochador
El eterno aspirante a la Presidencia del Gobierno y actual ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, heredó el ayuntamiento de Madrid con superávit (de Manzano, también del PP) y lo dejó con una deuda monstruosa, siete mil millones de euros. Es el ayuntamiento más endeudado de Europa, aunque su sucesora Ana Botella nunca se haya quejado de la herencia que recibió (obvio, no le puede echar la culpa a Zapatero). Pero a Gallardón también le gustaban las obras faraónicas cuando era Presidente de la Comunidad de Madrid. Se empeñó en construir una línea de tren con destino al Parque Warner que costó 85 millones de euros. La inauguró por todo lo alto, con gran despliegue mediático y sin que ningún periodista lo criticara en esa momento. Al contrario, todo eran elogios. Son 15,3 kilómetros de vía inservibles que nunca fueron rentables y que ahora la Comunidad de Madrid ha pedido a Renfe que desmantele. En esa época al PP le había entrado la fiebre de 'parques temáticos' y junto al parque Warner y su tren que impulsó Gallardón estaba el de Terra Mítica que impulsó otro destacado dirigente del PP, Eduardo Zaplana. Nadie le ha pedido explicaciones a Gallardón.

Ejemplos de Gestión del PP
El Partido Popular ha presumido desde siempre de saber gestionar la economía y ahora tenemos algunos ejemplos: las radiales de Madrid, obra de Esperanza Aguirre, quebradas, el tren a la Warner de Gallardón se desmantela; el aeropuerto de Castellón de Carlos Fabra es un aeropuerto peatonal, el de Murcia de Ramón Luis Valcárcel -que anunció como uno de los mejores del mundo- cerrado. Todos los proyectos fueron impulsados, adjudicados y ejecutados por el Partido Popular.