Finalmente, la sobrina de Luis de Guindos -e hija de Antonio de Guindos, exconcejal y mano derecha de Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid- ha presentado su renuncia como flamante directora general de Competencia en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)  tras el escándalo montado por su ascenso, a la vez que el cargo vacante -el de subdirectora de Industria- iba a ser ocupado por una hija del ministro Miguel Arias Cañete. Beatriz de Guindos seguirá en su anterior puesto y de momento se desconoce el futura de Micaela Arias-Cañete.

Beatriz de Guindos es hija de Antonio de Guindos, exconcejal de Seguridad ciudadana en el Ayuntamiento de Madrid y que dejó su puesto tras la tragedia del Madrid Arena, donde murieron cinco chicas hace casi un año.

Otros nombramientos polémicos
La sobrina del ministro de Economía iba a ocupar el cargo más importante de la CNMC, después de que el gobierno haya nombrado ya a los consejeros. Aprobó las oposiciones de técnico comercial y economista del Estado y empezó su carrera en el antiguo Servicio de la Competencia del Ministerio de Economía en 2003, cuando Luis de Guindos ya era secretario de Estado de Economía y había sido el responsable de Competencia.

Vuelta atrás
Pero tras el escándalo desatado por su ascenso, que se ha visto engrandecido porque iba a sustituirle en su anterior puesto la hija de otro ministro, Micaela Arias-Cañete, fuentes gubernamentales han confirmado a El Confidencialque ha rechazado el puesto de directora general de Competencia y volverá a ser subdirectora de Industria, en detrimento de la hija del ministro de Agricultura.

El frustrado nombramiento de López del Hierro
El caso recuerda al de Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, quien en la primera oleada de nombramientos nepotistas del recién instaurado Gobierno de Mariano Rajoy intentó hacerse con un puesto en el consejo de Red Eléctrica. Finalmente, la presión popular, junto a las críticas en el propio PP, que veían el nombramiento como "impresentable", hizo que Del Hierro cejase en su intención.