El 31 de julio, a punto de producirse la tan esperada como solicitada comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso para explicar la trama de financiación del PP que está poniendo al descubierto el extesorero Luis Bárcenas, el diario 'El País' publicaba un larguísimo artículo editorial que titulaba "Una explicación clara". Venia en él a pedir que el presidente del Gobierno fuera eso, claro, a la hora de despejar dudas sobre el caso del extesorero, porque "de poco valdrán los evidentes —aunque limitados— signos de mejora que experimenta hoy la economía española si persiste la crisis de confianza de la ciudadanía en las instituciones democráticas, que mucho tiene que ver con el caso que nos ocupa".

"La honestidad presidencial"
Pero el editorial tenía un segundo bloque que se presentaba bajo un ladillo introductorio - "la honestidad presidencial"- que fue recibido con perplejidad en muchos sitios, desde luego en la propia redacción del diario. Estos párrafos se arrancaban con la siguiente declaración que Rajoy apenas si podría esperar de sus más fieles seguidores: "No está en cuestión, nunca lo estuvo, la honestidad personal del presidente del Gobierno, sino sus responsabilidades como tal y como dirigente del partido a la hora de investigar y sancionar las irregularidades financieras del mismo", escribía el editorialista.

No era ni mucho menos el primer 'detalle', ni el único, que en 'El País' tenían con Rajoy desde que estalló el escándalo Bárcenas, pero sí uno de los más evidentes. Un veterano redactor del diario lo señala a este periódico como uno de los más significados "miramientos" con el que se trata al jefe del Ejecutivo en su medio: "no es que haya aún un 'cabreo' generalizado -nos dice-, pero sí que hay desconcierto... Sí existe en la redacción cierta extrañeza por los miramientos con que se tratan los temas del Presidente".

La extraña valoración de las noticias sobre Bárcenas
En este sentido, se nos asegura que "no es un clamor", pero que la valoración de las informaciones que afectan a Moncloa, relacionadas con el 'asunto Barcenas' sí que provoca comentarios. La portada de este lunes ha venido a alimentarlos.



El periódico, que se encuentra sumergido sin duda en una fuerte y difícil competencia con 'El Mundo' desde que estalló el escándalo Bárcenas, contaba este lunes con una información de cierto peso. Mucho más aún, si se quiere, en estos momentos de absoluta escasez de noticias propia de mediados del mes de agosto. "El juez y el fiscal consideran probada la doble contabilidad del Partido Popular", titula el diario de Prisa... a una sola columna, y utilizando la de la derecha, la de menor 'peso' en la valoración de las noticias.

"No hay censura", pero "sí se relegan historias"
Que se le da la importancia adecuada a la historia lo demuestra que en el interior se le dedica una doble página, pero "sí hay cierto desconcierto con que no abra el periódico", reconoce a ELPLURAL.COM uno de los miembros de la redacción. Un periodista que niega lo que han publicado en algunos digitales en el sentido de que la dirección estuviera censurando noticias contra el Gobierno, "no es cierto que se paren las informaciones", nos dice, "pero sí que es cierto que estamos viendo que se relega la importancia que se da a lo que pudiera afectar a Rajoy".

¿Por qué? En ELPLURAL.COM ya hemos informado en otras ocasiones sobre la deriva de PRISA. En algunos medios de la propia redacción se apunta a que "los bancos -dueños en este momento no sólo de la deuda, sino también de la mayor parte de las acciones del grupo- quieren evitar que el diario también se convierta en un arma para derribar a un Rajoy que están interesados en mantener". Otros consideran que lo que sucede es que la dirección del diario ha apostado por "jugar el papel de 'polis buenos' frente a un Pedro J. que va a saco contra Rajoy". Una teoría que serviría también para explicar el enfado de Aznar, que, como les hemos contado en ELPLURAL.COM, ve furioso con qué facilidad se dispara contra él desde este diario, mientras se 'protege' a su sucesor.  Teorías que lejos de enfrentarse, en realidad vienen a reforzarse.

Viejos enemigos, ahora amigos
Porque lo innegable, y a nadie se le escapa, es que la empresa se encuentra afectada por una dramática situación económica y no disimula la búsqueda de la 'simpatía' de un Gobierno que está, de hecho, empujando para asegurar la supervivencia del grupo. Ironías que trae el paso del tiempo, una empresa ésta, PRISA, que el PP buscó hundir cuando llegó al poder por primera vez, en 1996, y en cuyo empeño muy cerca estuvieron de acabar llevando a prisión a su principal accionista, Jesús de Polanco, y a su principal directivo, Juan Luis Cebrián..., enjuiciados por quien es ahora el abogado de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño.