Luis Bárcenas acudió el pasado día 15 ante el juez Ruz con munición suficiente para dejar a los pies de los caballos a Rajoy a la cúpula del PP. De su declaración ante el juez, se desprenden detalles que, con independencia de posibles reponsabilidades penales, graves responsabilidades desde el punto de vista político y ético. Por ejemplo, Rajoy y Arenas orquestaron la marcha del extesorero en 2009, una dimisión que de facto no fue tal. El líder del PP no escatimó en compensaciones: "El acuerdo con el presidente, en presencia de Javier Arenas en su despacho, es que yo dejo el despacho que tengo, que me bajo a un despacho en la tercera planta, que sigo teniendo la misma secretaria que tenía, que mantengo el coche con el conductor y que sigo cobrando mi sueldo 'sine die'", afirma en su declaración ante el juez Pablo Ruz el pasado 15 de julio, cuya transcripción literal ha sido filtrada a los medios.

Rajoy le dio cariño...
No es la única reunión con Rajoy, con quien, según esta misma declaración, mantuvo un contacto fluído hasta pocas semanas antes de entrar en prisión. En marzo de 2010, él y su mujer fueron a visitarle para reclamarle que la secretaria del PP, María Dolores de Cospedal, "dejara de intoxicar en la prensa" contra él. "¿Y le ofreció el señor Rajoy algún tipo de ayuda sin que usted se la pidiera?", preguntó el letrado, a lo que respondió: "No me ofreció ninguna ayuda ¿Qué ayuda me podía ofrecer el señor Rajoy, que no era presidente del Gobierno siquiera en aquel momento? Darme cariño, que me lo dio, y poco más", afirma.

...pero no Cospedal: a la que había que parar
Su indignación con la número dos del partido es tal que llegó a decirle, "en un momento de acaloramiento": "Mariano, o paras a María Dolores (no a esta tía, como se ha publicado) o te quedas sin secretaria general y sin candidata en Castilla-La Mancha".

Donaciones a fondo perdido, sin "finalidad"
"Le cuento la realidad: efectivamente, estábamos incumpliendo la Ley de Partidos Políticos", afirmó rotundo, porque las donaciones que recibía en B "superaban normalmente la cuantía permitida y las personas que donaban no podían donar porque la ley expresamente lo prohibía". Sin embargo, deja claro que nunca hubo una intención "finalista" en las mismas y que en el caso de su predecesor, Álvaro Lapuerta, también imputado en esta causa, tampoco la hubo: "Él dejaba muy claro que la cantidad que se recibía no llevaba aparejada ninguna contraprestación de ningún tipo".

Salvo una: la de Castilla-La Mancha
De esta manera libra a los dirigentes del PP de un posible delito de cohecho. A todos menos a uno: su odiada Cospedal. "Los donativos jamás han sido finalistas, salvo uno en Castilla-La Mancha recientemente, en el año 2007", especificó en referencia al supuesto cobre de una comisión de 200.000 euros de la emrpesa Sufi por la concesión del servicio de limpieza de Toledo.