Patricia Hernández, diputada PSOEComo las termitas van a por la igualdad de oportunidades; como las termitas en estos 16 meses no han parado en su intento de convertir la Universidad en un lugar en el que sólo pueda estar aquel que se lo pueda pagar.

Y lo están consiguiendo, no hay más; lo están consiguiendo, subiendo las tasas universitarias, pero sobre todo, aniquilando las becas.

En 2005 el Gobierno socialista hizo posible que las becas pasaran a ser un derecho garantizado para todas las personas que cumplían unos requisitos económicos y también académicos. Los cambios que el Gobierno Rajoy-Wert introdujo el año pasado han hecho ya que 35.000 estudiantes hayan perdido su beca este año. Pero vamos a más: según un estudio de expertos de la Universidad de Jaén y de la Universidad de Valencia, el próximo curso llegaremos a 85.000 estudiantes que se quedarán sin beca (en total) por obra y gracia de un ministro, de un Gobierno, de un partido al que eso de “la igualdad de oportunidades” le parece una cosa extravagante, algo a desechar.

En dos años, Wert y sus cómplices han conseguido que 85.000 estudiantes perdieran su beca. Retiran 85.000 becas en el momento en el que más se necesitan, en plena crisis. Cierran la puerta de la Universidad para aquellos que más la sufren, al tiempo que disparan las tasas universitarias, en un deseo ya poco escondido de que NO TODOS puedan tener una carrera universitaria. Y la selección no vendrá determinada por las capacidades de cada estudiante, no. La selección se hará en función del dinero que tengan él o su familia.

Pero esperen, que esto no queda aquí, aún hay más. A este Gobierno no le ha parecido suficiente este brutal recorte, y el Borrador de Real Decreto que la próxima semana va al Consejo Escolar del Estado prevé que para renovar la beca tengas que aprobar el 100% de los créditos matriculados (excepto en los estudios técnicos que sería el 85%). ¡El 100% de los créditos! ¿Esto qué quiere decir? Está claro. Que todo aquel que por cualquier dificultad, sea de la índole que sea, pase un mal momento, un mal día y suspenda una asignatura se quedará sin beca.

Y así, de esta forma, las familias con rentas bajas sólo podrán enviar a sus hijos a la Universidad cuando sean una especie de superhéroes o superdotados. Personas capaces de no fallar nunca, en ningún examen, en ningún momento ¿Que tu padre es despedido? No te despistes, que no te afecte, que como suspendas una Wert te quita la beca y con ello la posibilidad de seguir estudiando. ¿Que te pones enfermo el día del examen? Allá vas tú, con 39 de fiebre, a demostrarle a Wert que aún con eso, sigues siendo un superhéroe merecedor de la beca. No sé te ocurra distraerte un día si no puedes pagarte la Universidad, porque Wert no perderá la oportunidad de recordarte que eres pobre y no puedes permitírtelo ¿Que quieres ser médico desde que tenías 12 años y ahora con 21 eres el mejor de tu clase? No importa, no te relajes ni aunque se muera un familiar, ni aunque te deje tu novia. No puedes fallar, ni un día. A Wert no le importa que quitarte la beca sea una injusticia para ti. A Wert no le importa que perdamos un excelente cirujano o cirujana. A Wert no le importa ni tu talento ni tu esfuerzo: si fallas un día… pagas, y si no puedes…te vas

Nos venden a los becarios como una especie de parásitos que no se esfuerzan, y la realidad, con datos en la mano, es que la tasa de aprobados de los alumnos y alumnas que tienen beca es un 14% superior a la del resto de alumnos y alumnas. No existe un problema de rendimiento, por tanto no es eso lo que les importa.

He estado dándole muchas vueltas a la motivación de esta medida, y la verdad es que sólo se me ocurre una. Quizás están preocupados con eso de que sus hijos tengan que competir con las mismas oportunidades que los hijos e hijas de quien les sirve el café por las mañanas… O quizás es otra cosa. Pero a mí no se me ocurre ninguna.

Patricia Hernández es diputada socialista en el Congreso

En Twitter es @PatriciaHdezGut