El Gobierno del PP sigue ninguneando el diálogo social. Ha incumplido claramente las directrices del Consejo de Ministros y del Gobierno de la UE que insta a dar participación efectiva a los interlocutores sociales, junto con las instituciones parlamentarias y otras instituciones de la sociedad civil en todo el proceso de elaboración del Programa Nacional de Reformas.


No conocemos, por tanto, aún los detalles de este Plan, pero parece que el Gobierno persiste en las políticas que se han demostrado fracasadas y erróneas, que no solo no han corregido el déficit, ni los principales parámetros macroeconómicos, sino que también han supuesto un aumento brutal del paro (se ha pasado de una tasa de paro del 20%, en mayo de 2010, hasta el 27,2%, subiendo de 4,6 millones de personas desempleadas a 6,2 millones) y un grave deterioro de nuestro sistema de protección social y de servicios públicos esenciales (sanidad, educación, justicia, etc.).

Por este camino, por el de las medidas aprobadas este viernes, nos van a adentrar en más paro y más recesión, más desigualdad y más pobreza.

El problema no está en el déficit público, sino en el empleo. Y, sin embargo, han reconocido que en esta legislatura no lo van a crear (empezaron en 2011 con una tasa de paro del 22,8% y van a finalizar en 2015, según sus previsiones, con un 25,8%). En paralelo, de forma incomprensiblemente no ha anunciado ninguna nueva medida para crear empleo. Las iniciativas que se plantean corresponden a la Estrategia española de Empleo y a los planes de acción anuales que proceden de la política de empleo y de los acuerdos alcanzados entre Gobierno, empresario y sindicatos en la anterior legislatura

Ésta es la respuesta, otra vez unilateral, del Gobierno a los 6,2 millones de desempleados que anunció la EPA del primer trimestre de 2013, personas que quieren trabajar y no pueden, pero a las que no se le ofrecen soluciones. Y el futuro que se augura en el cuadro macroeconómico que el Gobierno ha corregido hoy para presentar en Bruselas no permite vislumbrar algo de luz para ellos.

En la actualidad ya hay 1.906.000 hogares en los que todos sus miembros están en paro, 2,9 millones de trabajadores llevan más de un año en situación de desempleo, y más de la mitad de los desempleados (el 51%, 3,2 millones) no perciban ningún tipo de prestación.

Es necesario que el Gobierno cambie de políticas y apostar por un gran pacto por el empleo y la recuperación económica que, fruto del diálogo social, combine inversión productiva en infraestructura, en el conocimiento y en las personas, con la reversión de la reforma laboral, para adoptar verdaderas políticas de empleo, y protección social a las personas desempleadas -implantar una renta básica de subsistencia con carácter universal-.

Un verdadero plan de impulso a la creación de empleo que se apoye en un cambio de modelo productivo, para hacerlo más eficiente, sostenible y competitivo, y que promueva un potente paquete de políticas activas de empleo para reincorporar al mercado laboral a quienes tienen más dificultades para hacerlo.

Toni Ferrer es secretario de Acción Sindical de UGT