El PP se ha apresurado a secundar las sospechas sembradas por la oposición venezolana tras su derrota en las urnas. La secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, ha asegurado este lunes que en su partido están "muy preocupados con todo el proceso electoral" vivido en Venezuela y ha subrayado que "es deseable que se clarifique lo antes posible la limpieza del proceso". Como ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo ha abogado por el "acuerdo y el diálogo" ya que el resultado de los comicios certifica una "polarización muy fuerte".

Tensión entre los Gobiernos de España y Venezuela
Las declaraciones de García-Margallo han enfurecido al Gobierno venezolano. Primero, el vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, instó a España a ocuparse “de sus propios problemas". Y después el ministro de Exteriores, Elías Jaua, anunció que llamaría a consultas a su embajador en España, Bernardo Álvarez, para abordar la postura del gobierno español. En el país sigue la escalada de tensión y el líder de la oposición Henrique Capriles, que se niega a reconocer los resultados hasta que haya un nuevo recuento, convocó a los venezolanos a protestar golpeando cacerolas en repudio a la victoria de Maduro y para exigir un recuento “voto a voto”. “Quiero un cacerolazo que se oiga en el mundo”, pidió Capriles.

"El proceso electoral no soporta los estándares internacionales"
Sobre el terreno, el encargado de sembrar dudas por parte del PP está siendo el eurodiputado Agustín Díaz de Mera, invitado por la MUD (el partido de Capriles) para formar parte de una misión de acompañamiento para vigilar las elecciones. Antes de que se cerraran las urnas y en una entrevista a El Mundo, el eurodiputado ya aseguraba que “estamos viendo que están acudiendo a votar más la gente de Capriles que del oficialismo” y hablaba de “entusiasmo” entre los opositores. En la COPE también insistía en que “el proceso electoral en Venezuela no soporta comparación con estándares internacionales" aunque se resistía a concretar que había visto de denunciable en las mesas electorales. “Las irregularidades más identificadas están en la fase de precampaña en el acceso a medios públicos”, es lo máximo que ha podido denunciar por el momento.

Antecedentes del observador del PP
Pero, ¿quién es ese eurodiputado ‘popular’ que va a Venezuela a dar lecciones de democracia? Díaz de Mera era el director general de la Policía cuando se produjeron los atentados del 11-M en marzo de 2004, a las órdenes del entonces ministro de Interior Ángel Acebes. Tras la derrota electoral, Díaz de Mera empezó a difundir que existía un informe policial que hablaba de conexiones entre ETA y los islamistas y que habría desaparecido con Rubalcaba como ministro de Interior. Pero cuando tuvo que declarar en el juicio por la masacre, Díaz de Mera se negó a dar detalles sobre el informe ‘fantasma’ apelando a que no quería comprometer a la fuente que le habló de él, por lo que el tribunal le multó con 1.000 euros y abrió un proceso penal por desobediencia grave.

El exdirector general acabó señalando a un comisario para eludir el proceso judicial, y éste alertó de que Díaz de Mera le había presionado para que diera su nombre “con el objetivo de salvaguardar su posición política dentro del partido". El comisario aclaró que en sus reuniones con Díaz de Mera jamás le comentó que ETA tuviera algo que ver con el 11-M, ni le habló de la existencia de ese supuesto informe. Existía un informe real sobre posibles relaciones entre etarras y radicales islámicos, y las conclusiones desmentían las insinuaciones del popular.

Otros episodios de observadores 'populares'
En la memoria también está el número que montó el periodista Luis Herrero, que fuera eurodiputado del PP, cuando, con gran despliegue mediático, se hizo expulsar de Venezuela durante unas elecciones.

"Sensación de normalidad"
Por su parte, el diputado del PSOE Antonio Trevín, que también ha supervisado el proceso como acompañante internacional a instancias del Consejo Nacional Electoral venezolano, ha apuntado que el resultado es "fiable" y que el voto tuvo "todas las garantías".