La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre y el actual presidente, Ignacio González. EFE (Archivo)



Esperanza Aguirre supo hacer de sus promesas sobre sanidad una baza electoral que utilizó de manera populista sin ningún reparo. En 2003, prometió que los madrileños no esperarían más de un mes por una operación, si la elegían presidenta regional, y en 2007, de nuevo de cara a los comicios autonómicos se comprometió a levantar nuevos hospitales e, incluso, a ofrecer habitaciones individuales. Dijo que quería una “sanidad pública tan buena o mejor que la privada”, cuando ya era mucho mejor. Al cabo de 10 años, la lista de espera para someterse a una intervención quirúrgica en Madrid se ha disparado hasta los 57.722 pacientes, una cifra récord desde que la expresidenta puso en marcha su plan privatizador, porque las verdaderas intenciones de la dirigente popular no era elevar el nivel de la sanidad pública sino introducir en el sistema a empresas privadas.

Opacidad en los datos
La cifra de 57.722 pacientes es de diciembre pasado, según datos a los que ha tenido acceso El País, pero no se sabe a ciencia cierta la cifra real de enfermos en espera porque el Gobierno del PP en Madrid ha establecido un curioso sistema de contabilidad que se basa no en una lista sino en tres. El Ministerio de Sanidad, en 2005,  expulsó a la Comunidad de Madrid por esta razón del cómputo nacional.

La espera de 30 días prometidas por Aguirre está en cuestión, ya que solo cuando un paciente entra en la lista que el Gobierno madrileño denomina “estructural” se cumple esto. Pero antes ha tenido que pasar otro mes, de media, para someterse a las pruebas preoperatorias y la visita con el anestesista. Sin embargo, en el resto de comunidades el paciente entra en lista desde que el médico indica la operación. Si el paciente rechaza la primera opción de la Consejería de Sanidad que es una clínica privada, se le penaliza con esperas siete veces mayores que los que aceptan esta alternativa.

La privatización de los hospitales
Lo cierto es que la lista de espera sigue siendo un problema y la promesa de los nuevos hospitales, hecha por Aguirre en 2007,  ha quedado en otro gran problema, con la introducción del sistema de gestión privada, que tanto quebradero de cabeza está dando a los médicos y personal de sanidad en general, y también a los ciudadanos. La inmensa mayoría de los madrileños rechaza la privatización de su sanidad, que está llevando a cabo Ignacio González.

Un incremento de 17,5% en seis meses
La Comunidad ofrece los datos de manera trimestral. En diciembre pasado había, como ya se ha dicho, 57.722 pacientes esperando para someterse a una operación.  En septiembre, eran 52.628 enfermos. Y en junio pasado, 49.139. En seis meses, el número de madrileños a la espera de ser intervenido aumentó un 17,5%.

Lasquetty se defiende atacando a los médicos
La Consejería de Sanidad se niega a explicar por qué el incremento en la lista de espera. El consejero, Javier Fernández-Lasquetty, tuvo que dar la cara el jueves, en el pleno de la Asamblea de Madrid, donde ofreció los datos de febrero pasado, no publicados aún, y achacó los retrasos únicamente a las huelgas sanitarias en protesta por la privatización de la sanidad. Nuevamente el consejero responsabilizó a los profesionales, a los que en anteriores ocasiones ha tildado de "irresponsables", de llevar adelante huelgas “injustificadas”,  de provocar “perjuicios a los pacientes", entre otros improperios.