Imagen publicada en ‘Bild’, en la que aparece Corinna tras el Rey a su llegada en viaje oficial a Stuttgart

 

 


En 2007, el Rey se implicó personalmente en el proyecto de un Fondo Hispano Saudí de Infraestructuras y Energía en el que participaron importantes empresas españolas y que tenía como fin invertir en la construcción de gigantescas infraestructuras en Arabia Saudí. También se implicó la amiga del monarca, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Aunque el proyecto no llegó a buen término y las compañías españolas terminaron perdiendo dinero, la amiga del monarca sí sacó buena tajada, al cobrar, según El Mundo, cerca de cinco millones de dólares.

Un viaje a Riad de los Reyes, junto a Corinna
La idea del proyecto surgió durante un viaje de los Reyes a Arabia Saudí el 8 de abril de 2006, en el que los monarcas estuvieron acompañados por empresarios españoles. La Casa Real invitó directamente a los empresarios. En el avión que llevó a los Reyes a Riad también viajó Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

El Rey presentó en Fondo en El Pardo
La presentación del fondo se hizo en el Palacio de El Pardo en un acto en el que estuvo también la princesa alemana, que intervino, además, en algunas reuniones operativas del Fondo Hispano Saudí de la mano de los representantes de la gestora Cheyne Capital.

Dos buenos amigos de Corinna
Por parte de Cheyne Capital actuaron como gestores dos buenos amigos de la princesa, Jonathan Lourie y Stuart Fiertz. Las fuentes citadas por El Mundo señalaron que fue precisamente la amiga del Rey quien propuso a esta empresa.

Las empresas españolas aportarían el 20%
Arox Infraestructure Limited, con sede en Suiza, fue la otra firma contratada para la gestión del Fondo, que debía reunir 1.000 millones de dólares. Las empresas españolas, 14 en total, debían poner el 20% de las aportaciones, mientras que el socio saudí, Sagia (Saudi Arabian General Invesment Authority), invertiría el 80%.

Los saudíes no cumplieron su parte
El Grupo OHL (Villar Mir) pagó 3,5 millones de dólares, lo mismo que Caja Madrid, dirigida en aquel momento por Miguel Blesa. Se habían comprometido a invertir un total de 50 millones de dólares. Una segunda tanda, con inversiones comprometidas de 20 millones de dólares, finalmente pagó un millón (como la Mutua Madrileña), y las que tenían comprometidos 10 millones desembolsaron 632.000 dólares, como fue el caso de la Caixa.

La liquidación del fondo costó a los españoles 2,15 millones de euros
En 2008, los empresarios españoles habían hecho una primera aportación de 200 millones de dólares. Pero los socios saudíes no cumplieron con su parte. Los gestores del Fondo contrataron a una empresa para que recabara información en Riad de lo que sucedía. Sagia había perdido el interés por el proyecto. Así que los empresarios españoles tuvieron que liquidar de forma amistosa el acuerdo. No les salió gratis. Tuvieron que desembolsar 2,15 millones de euros, debido a que había un compromiso de permanencia de ocho años.

A quien no le salió mal el negocio fue a la princesa Corinna, que se embolsó cerca de cinco millones de dólares, según las fuentes citadas por El Mundo.