Decenas de miles de personas protestan hoy en París contra el matrimonio entre personas del mismo sexo en la tercera gran manifestación contra esta ley impulsada por el gobierno del presidente francés, François Hollande. EFE Decenas de miles de personas protestan hoy en París contra el matrimonio entre personas del mismo sexo en la tercera gran manifestación contra esta ley impulsada por el gobierno del presidente francés, François Hollande. EFE



Los opositores a la legalización del matrimonio homosexual en Francia volvieron a protagonizar una nueva multitudinaria manifestación  en París que, según sus organizadores reunió a 1,4 millones de personas, una cifra que la Policía rebajó a 300.000. El presidente del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, dirigentes, alcaldes, diputados y decenas de miles de militantes de la derecha, y, también, de la ultraderecha y movimientos católicos participaron en la movilizacíón, en la que pudieron verse, además de eslóganes contra las uniones gais, lemas contra la política económica del Gobierno socialista y a favor de la dimisión de François Hollande.

La tercera gran marcha contra estas uniones
La de ayer fue la tercera gran marcha contra el proyecto de ley a favor del matrimonio homosexual impulsado por el presidente francés y aprobado en primera lectura por los diputados el pasado 12 de febrero.

En abril, el Senado dará su veredicto
El 13 de enero, los contrarios al matrimonio entre homosexuales aseguraron que habían reunido a un millón de manifestantes, mientras que la policía afirmó que fueron 340.000. Los organizadores consideraron que su movimiento gana en intensidad, pese a que el texto que legaliza las bodas entre personas del mismo sexo avanza en su trámite parlamentario. Dentro de diez días, el texto llegará al Senado, donde está previsto que se vote a mediados del mes próximo. Una cámara donde la mayoría de izquierdas es más ajustada, pero cuya decisión no es definitiva, ya que la ley volverá en segunda lectura a la Asamblea Nacional, antes de su entrada en vigor que el Ejecutivo prevé antes del verano.

Fuertes incidentes
El número de manifestantes superó este domingo incluso las previsiones de la Policía, que había calculado un máximo de 200.000 personas. Los organizadores de la protesta, entre los que había un buen número de diputados conservadores, no ocultaban su satisfacción por el "éxito" de la concentración, al tiempo que culpaban al Gobierno de los incidentes registrados en un momento de la misma. Fue cuando un grupo de manifestantes trató de saltarse la barrera policial que impedía el acceso a los Campos Elíseos, que la Prefectura de París había vetado a los organizadores.

Ante el intento de algunos asistentes de saltarse el control policial "de forma extremadamente violenta", según la Prefectura, los antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos y practicaron algunas detenciones. Los organizadores consideraron "excesiva" la respuesta de las autoridades y acusaron a la policía de pretender reventar la concentración, al tiempo que llamaron a la calma a los participantes.

El líder conservador carga contra Hollande
El presidente del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, que participó en la protesta, acusó directamente al Gobierno de la "desmesurada" respuesta de los antidisturbios. Y responsabilizó de la misma al presidente Hollande, a quien solicitó que "rinda cuentas ante los franceses" por estos hechos. El número dos del partido, Laurent Wauquiez, por su parte, lamentó que se emplearan "gases lacrimógenos contra familias, contra niños", y pidió que "la Prefectura sea tomada como responsable" de esos hechos.

Los sondeos dicen que una mayoría de franceses apoya el matrimonio gay
Esta nueva manifestación contra el matrimonio homosexual pretende que el Ejecutivo retroceda en una ley que, sin embargo, cuenta con el respaldo de una mayoría de franceses, según encuestas recientes. Menos claro es el apoyo de los franceses a la posibilidad de las parejas homosexuales de adoptar niños, una opción que también incluye la normativa.

Los opositores a la ley no descartan acudir al Consejo Constitucional, aunque Jean-Louis Debré, presidente de este organismo que vela por la adecuación de las leyes a la Carta Magna, ya ha advertido de que corresponde al legislativo ocuparse de ese asunto.