La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública y de Calidad de Toledo ha realizado unas fotos que, a pesar de su deficiente calidad, recogen la esperpéntica situación por la que atraviesa el servicio de urgencias del hospital Virgen de la Salud de la capital. “Queremos denunciar públicamente ciertas situaciones que se repiten día tras día de forma habitual, y no esporádicamente, desde que comenzó la actual política de recortes en el ámbito sanitario” de Castilla-La Mancha, dicen en un comunicado público, para seguidamente señalar: “Los que tengan la desgracia de tener algún familiar con alguna patología que le obliga a acudir a urgencias con cierta frecuencia sabrán perfectamente de lo que les hablamos”.

Hacinamiento en el hospital Virgen de la Salud de Toledo.



Es el pan nuestro de cada mañana, de cada tarde y de cada noche: Los enfermos se hacinan en los pasillos y se mezclan con las visitas, con los familiares y con todo aquel que pasen por estas dependencias mal llamadas sanitarias. Situación, según la Plataforma, a la que se ha llegado por el cierre de una planta del hospital Virgen de la Salud de Toledo, así como la eliminación de camas de ingresos en otras dependencias sanitarias de la capital de Castilla-La Mancha, “mientras vemos cómo el personal se golpea por los pasillos con las camillas porque casi no hay sitio ni para pasar; curiosamente más arriba, como si se tratara de un hospital fantasma, un ala de la cuarta planta permanece cerrada”, sentencian.

Enfermos y pacientes en los pasillos, a la vista de todos.



“La falta de intimidad, el hacinamiento e, incluso, la falta de higiene, son las situaciones que viven a diario nuestros familiares cuando permanecen en urgencias”, dice la Plataforma, quien asegura que si no tienes padrino ni influencias, “y eres mayor de ochenta años y, sobre todo, si coincide que te pones enfermo en viernes, no solo sufrirás las dificultades de tu enfermedad, sino que también, por culpa de los recortes llevados a cabo por el gobierno actual (de Cospedal), tu dignidad e intimidad se verán gravemente afectadas y pasarás el fin de semana hacinado en un pasillo mientras inexplicablemente una planta permanece vacía”, insisten en denunciar.

Pacientes mezclados con los familiares en pequeñas salas.



“Sanidad Pública, ¿igual para todos? No, señores y señoras, actualmente la sanidad pública NO es igual para todos”, evidencian los afectados, que ven como sus familiares enfermos se entremezclan con visitantes y desconocidos en salas pequeñas e insalubres, donde los pacientes son conectados a tomas de oxígeno, o goteos, mientras que a su alrededor los acompañantes se sientan durante días en incómodas sillas, que más bien parecen potros de tortura.

Un paciente cena mientras a otro se le cambia la cuña a pocos metros.



Hay momentos en los que la dignidad de las personas es pisoteada sin miramientos, como bien argumenta la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública: “Es normal ver como un auxiliar corre por un pasillo para colocar el termómetro a un niño tras cambiar los pañales a uno de los pacientes hacinados-ingresados en el pasillo, cambiar la cuña al paciente de la camilla de detrás para que a la vista de todos orine, mientras otros compañeros de pasillo están cenando”, añaden, “esta falta de dignidad humana es la situación actual de nuestro hospital y muy especialmente la de las urgencias”.

Estos son los hospitales que quiere Cospedal
En resumidas cuentas, estos son los hospitales que busca la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que a lo largo de este año privatizará muchos de ellos para combatir la enfermiza obsesión que mantiene con el déficit. Sin embargo, para los ciudadanos, el deterioro de la que fue la mejor Sanidad de España “es algo intencionado, con el único interés de hacer negocio con la salud de todos nosotros”, aseguran, para finalizar haciendo un llamamiento a “la población para que cuando sufran ellos o sus familiares una situación así dejen constancia poniendo la pertinente reclamación en el hospital e, incluso, denunciando los hechos en un juzgado. No debemos tener miedo, ni mostrarnos pasivos ante estas tropelías, al contrario, debemos actuar y obrar con valentía, porque nos están arrebatando lo más importante, el derecho a la salud.”, concluyen.