María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados.



De los entresijos de un partido que presume de una transparencia que no practica es difícil sacar algo en claro. Llevaban semanas los altos cargos del PP asegurando que Bárcenas no tenía ningún vínculo con la formación desde 2009 cuando saltó el escándalo de que durante el año pasado el extesorero cobró cada mes de Génova, que se en encargaba, además, de pagar sus gastos a la Seguridad Social, en contra de lo que marca la ley, dado que no había un vínculo laboral entre ambos. Todo se fraguó en la sede nacional del partido, pero ahora nadie reconoce quién autorizó tal pacto.

El entorno de Bárcenas apunta a Cospedal
El PP ha admitido que efectivamente había un acuerdo, pero cuando no le quedó otra alternativa, después de que El País lo desvelara. Ahora pretende dejar ahí el asunto: ningún cargo del partido quiere cargar con el muerto. Según el citado diario, el entorno de Bárcenas asegura que fue María Dolores de Cospedal la encargada de cerrar el pacto con el extesorero del partido.

Rajoy actuó de protector del tesorero
Fuentes del PP, como cabría esperar, lo niegan y argumentan que las relaciones entre la número dos de la formación y Bárcenas eran tan malas que no habría sido posible llegar a buen puerto. Dicen, incluso, que desde que Cospedal asumió el cargo, en 2008, chocó con el entonces tesorero y que en 2009 cuando la Justicia le implicó en el caso Gürtel quiso ponerlo de patitas en la calle. Lo que impidió, por cierto, Mariano Rajoy, que ha protegido a Bárcenas todo este tiempo con el mismo empeño con el que protegió a Camps: le pagó con fondos del partido las costas de un caro abogado, le dejó usar un coche del partido para sus desplazamientos personales, como acudir al Tribunal a declarar, le permitió seguir disponiendo de su secretaria y usar una sala de Génova. También ha consentido que entrara y saliera de Génova como Pedro por su casa -no en vano, el jefe de Seguridad y el máximo responsable de los accesos a la sede es el cuñado del propio Bárcenas-. Y, por último, le siguió pagando un salario hasta diciembre pasado.

Dirigentes consultados creen que sólo Rajoy pudo autorizarlo
Es difícil que algo se cocine en Génova un asunto de estas características sin el visto bueno del presidente del PP, por eso a la mayoría de los cargos consultados por El País sobre la autoría del pacto con Bárcenas le parece evidente que un asunto tan delicado sólo podía hacerse con el conocimiento del presidente.

¿Mato y Arenas?
Algunos dirigentes del partido señalan a Ana Mato y a Javier Arenas como posibles interlocutores del extesorero. Aluden a la buena relación que mantenían entre ellos. Sin embargo, el entorno de ambos políticos lo desmiente.

Confiaban en que no se sabría
Las fuentes del partido consultadas por el diario de Prisa creen que la cúpula del PP confiaba en que nunca se conocería el arreglo con Bárcenas y, mucho menos, que se le pagaba, incluso, la Seguridad Social, como a un trabajador más. Por eso la rotundidad de los máximos dirigentes del partido negando un vínculo con Bárcenas.

Los altos cargos habían negado cualquier vínculo con Bárcenas
La propia María Dolores de Cospedal afirmó que Bárcenas “tiene su vida propia, pero hace tiempo que ya no está ligado al partido”. El número tres del PP, Carlos Floriano, se expresó en los mismos términos: “No tiene ninguna relación institucional con el partido”, al igual que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro: “No está desde el año 2009 ni es miembro del PP”. No fueron los únicos. Ha sido el discurso que han mantenido todas las figuras populares cuando los medios le han preguntado, una estrategia que invita a la confusión con estas medias verdades y que no responde en absoluto al ejercicio de trasnparencia del que presume el PP.