El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. EFE-Archivo



El PP insiste en echar balones fuera respecto los millones de euros en cuentas opacas que Luis Bárcenas tenía fuera de España y habla de que ya se asumieron "responsabilidades políticas", pero parece claro que tesorero no es un cargo cualquiera dentro del partido. ¿Hasta qué punto el futuro judicial de Bárcenas puede comprometer al Partido Popular?

Cuando estalló el caso Gürtel en 2009 y a medida que se iban conociendo indicios sobre los vínculos del tesorero del PP con la trama, desde Génova diseñaron como cortafuegos que dimitiera de su cargo. Las crónicas de aquellos tensos días en la sede nacional del PP atestiguan que fueron unas negociaciones muy difíciles.

"Hay muchos mamones y faltan cojones"
El 12 de julio de 2009, El Mundo publicó que ante las presiones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, Bárcenas se enfrentó a la dirección de su partido negándose a dejar el cargo. Molesto por las declaraciones de compañeros de filas como el diputado Vicente Martínez Pujalte instando a su salida, el tesorero habría invocado una frase del exsecretario general de la formación Francisco Álvarez-Cascos: "Aquí lo que hay son muchos mamones y lo que faltan son cojones".

Habló de "llevarse por delante" a unos cuantos
En el tira y afloja, Bárcenas amenazó -siempre según la crónica firmada en su día por el vicedirector de El Mundo Casimiro García-Abadillo con "llevarse por delante" entre otros a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y a su número dos –y hoy ya presidente- Ignacio González, responsabilizándoles de su situación. Conviene recordar que el proceso judicial estalló después de que Aguirre empezara a dar de lado a las empresas de Correa con las que venía colaborando, de hecho Madrid y Valencia eran las Administraciones que más contrataron con la trama Gürtel, también con la presidenta regional ya en el poder.

En aquel pulso con Cospedal, Bárcenas habría amenazado con desvelar datos comprometedores relacionados por ejemplo con la boda de Ana Aznar, hija del ex presidente del Gobierno, y es que Correa estuvo muy presente en aquel enlace.

Rajoy en 2009: "Bárcenas no me ha chantajeado"
Las presiones del PP a Bárcenas para activar el cortafuegos de la dimisión y el consiguiente malestar del tesorero con la dirección eran del dominio público, de ahí que se le preguntara directamente a Mariano Rajoy por el asunto el 15 de julio de 2009 en un foro organizado por ABC. De hecho se le planteó al líder del PP si el tesorero podía haber sustraído información confidencial y comprometedora que pudiera dañar al partido. “Luís Bárcenas no me ha chantajeado”, contestó contundente Rajoy, asegurando que en su vida política había demostrado no moverse “por chantajes”.

Incluso se cifraron en nueve las cajas con información comprometedora que Bárcenas podía haberse llevado de Génova. “No me consta”, apuntó entonces Rajoy. Bárcenas acabó abandonando su puesto pocos días después, pactando su salida con la dirección del partido. De hecho el PP subrayó en un comunicado que la dimisión era “temporal” y que el tesorero no iba a ser sustituido en ese cargo por otra persona y que tampoco dejaría su escaño como senador por Cantabria.

Los acontecimientos se precipitaron antes de las elecciones
La vía judicial siguió adelante así como las informaciones relativas a si el L.B. o ‘Luis el Cabrón’ que aparecía en la contabilidad B de la trama Gürtel como perceptor de dinero era Luis Bárcenas, y éste acabó dándose de baja del partido y abandonando definitivamente la tesorería el 8 de abril de 2010 –al frente de la cual le sustituyó José Manuel Romay Beccaría, hombre de la total confianza de Rajoy-. Apenas unos días después, el 19 de abril, Bárcenas renunciaba a su escaño de senador y aseguraba que su decisión no se debía a las presiones de su partido sino que era fruto de una reflexión personal y con su familia. Al dejar de ser aforado, su imputación pasó entonces al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que archivó la causa, siendo esta reabierta por la Audiencia Nacional en 2012 acusando al extesorero de los delitos de fraude fiscal, cohecho y blanqueo de capitales –y también a otros dos populares, el exdiputado Jesús Merino y el exconcejal en Estepona (Málaga) Ricardo Galeote-. El PP encaraba entonces unos meses claves, pues el año siguiente, 2011, se celebrarían elecciones municipales y autonómicas y también finalmente las generales por el adelanto electoral.

Cospedal aseguró que no tenían “miedo a nada” pero le protegieron
Cuando Bárcenas dejó el partido y su escaño, el PP intentó activar de nuevo el cortafuegos para desvincular a la formación de los posibles delitos cometidos por el tesorero. Preguntada sobre la razón de que no se hubiera actuado contra el tesorero desde Génova –el PP además pagaba su defensa-, Cospedal dijo que que no tenían “miedo a nada" en cuanto a posibles informaciones comprometedoras. Mientras, Esperanza Aguirre apuntaba: "Me parece que si a un político lo imputan por una cuestión relativa a su cargo no tiene por qué dimitir, pero si de lo que se le acusa o de lo que hay indicios es de la utilización del cargo para enriquecerse, corrupción o cualquier cosa delictiva o incorrecta que tenga que ver con aprovecharse del cargo, entonces sí”.