Sin complejos, el Gobierno del PP que preside Rajoy se predispone a realizar la mayor subida de impuestos de los últimos años. A pesar de que en campaña electoral Rajoy aseguró que no subirían impuestos, a pesar de que Cristóbal Montoro y todo el PP criticaron con extrema dureza la decisión de Zapatero de subir el IVA en 2010, no tienen problema alguno en desdecirse  o incumplir sus compromisos electorales.

Pocos meses después de su llegada al Gobierno, Rajoy aprobó una subida del IRPF (impuesto que sólo se aplica a los que tienen nómina) que fue dúramente criticada por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional, quienes consideraron que aumentar la presión sobre las rentas del trabajo iba "en dirección contraria" a lo que había que hacer: subir el IVA, dado que a pesar de la última subida del Gobierno Zapatero, sigue por debajo de la media europea.

La economía sumergida como nueva excusa
Como Cristóbal Montoro y Mariano Rajoy no están dispuestos a reconocer que mintieron, ahora el ministro de Hacienda busca justificaciones. La primera que el IVA que se paga en España está por debajo de la media europea. Es cierto, pero cuando el Presidente Zapatero dijo lo mismo en el Congreso de los Diputados, Montoro le acusó de querer axfisiar a empresarios y autónomos y de adoptar un medida que nos hudiría más en la crisis.

La segunda, culpar a la economía sumergida. Cristóbal Montoro ha afirmado que "tenemos un IVA que se paga poco en comparación con otros países" y que "este debate no exisitiría si no existiera la economía sumergida" o "si no existiera esa pregunta de con IVA o sin IVA que se ve como un deporte nacional en cualquier rincón de la geográfía española".

Por último, después de haber subido el IRPF, Montoro dice ahora que hay que reducir la fiscalidad sobre la renta del trabajo. Sin rubor alguno se desdice de todo lo que ha venido afirmando y haciendo.

Los funcionarios, en el punto de mira
La parsimonia con la que Rajoy ha ido respondiendo a las exigencias de Alemania, Bruselas y el Fondo Monetario Internacional ha provocado que cada día que pasa las exigencias de recortes sean mayores. Por ello el Gobierno del PP tiene a los funcionarios en el punto de mira, y como no quieren bajar los salarios porque no resistirían la hemeroteca, barajan dos opciones: o suprimir una paga extra o que trabajen más horas.

La sentencia del Tribunal Constitucional portugés contra la supresión de las pagas extras a los funcionarios de ese país por considerarla discriminatoria respecto al resto de trabajadores, ha hecho que el Gobierno de Rajoy ponga sus barbas a remojar y busquen otras fórmulas.

Montoro ha dicho en el curso de verano de la Complutense que el Gobierno estudia ampliar las horas de trabajo semanales de los funcionarios y asimilar su régimen laboral al del sector privado, en este sentido afirmó: "La oposición es un método de selección para que estén al servicio público los mejores, no para tener un puesto seguro frente al resto".