No sin polémica, el magistrado que instruye la causa, el juez Castro, decidió no imputar a la infanta Cristina; algo que sí hizo con la esposa de Torres, Ana María Tejeiro. Cuando el abogado de Torres le pidió al juez que retirase la imputación a Tejeiro, quien contestó fue Urdangarin por boca de su abogado, que para defender la posición de la infanta no dudó en arremeter contra la participación "activa" de la esposa de Torres.

El contraataque
Aquello fue la gota que colmó el vaso y Torres decidió pasar a la ofensiva, desempolvando su archivo de correos electrónicos. Salieron entonces a la luz unos correos electrónicos entre Urdangarin y su socio en los que se afirmaba que el rey Juan Carlos había intercedido ante empresarios para favorecer los sospechosos negocios del Instituto Nóos.

Torres aún guarda documentos
El contraataque de Torres parece no haber terminado todavía, ya que fuentes próximas a la investigación, citadas por El País, aseguran que el exsocio de Urdangarin guarda aún documentos comprometedores que podría entregar en el tribunal. Al parecer, los correos electrónicos los guardaba Torres y no fueron intervenidos en los registros judiciales de su casa y sus oficinas.

Un rey comprometido
Los correos electrónicos que comprometen al monarca, y con los que se intenta demostrar la implicación de la infanta Cristina, se dieron a conocer dos días antes de que se descubriese el accidente ocurrido en Botsuana. El abogado de Torres no ha dudado en aprovechar la polémica a su favor y en el texto con el que se presentaron los emails en el juzgado ironiza con la cacería africana y censura que Urdangarin intente proteger a su esposa haciendo de acusación contra la de Torres.

Lances cinegéticos
"Se aduce por parte de quien parece ejercer, novedosa e inapropiadamente la acusación, a saber, la defensa del imputado Iñaki Urdangarin, lo ajeno de estos lances a su esposa (permítasenos el símil con la caza, tan en boga, de un tiempo a esta parte, según aparece reflejado en los distintos medios de comunicación desde el 14 de abril de 2012, sábado, en la que el país entero, consternado, ha sido conocedor de un nuevo incidente, afortunadamente en vías de solución, como el otro).