La LCWR, la organización que agrupa a la mayoría de las órdenes religiosas femeninas de EEUU, ha recibido una seria amonestación vaticana por considerar que su "situación doctrinal y pastoral es grave". La Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), según informó hoy Radio Vaticano, pretende "renovar" ese organismo para alcanzar una "base doctrinal más sólida".

"Feminismo radical"
La base sobre la que se intenta encauzar a las monjas es un informe del obispo de Toledo (Ohio, EEUU), Leonard Blaire, donde se advierte de “posiciones no aceptables manifestadas en las asambleas anuales de la LCWR y posiciones de disenso sobre ordenaciones sacerdotales de mujeres, acercamiento pastoral a los homosexuales y afirmaciones de feminismo radical incompatibles con la enseñanza católica”, según recoge EFE. Para lograr esa renovación, el Vaticano ha nombrado al arzobispo de Seattle, Peter Sartain, "delegado" para supervisar esa reforma.

Defensa de la justicia social pero silencio sobre el aborto
Una web española ultracatólica, Religión en Libertad, tacha a las religiosas de "disidentes" y asegura que el documento vaticano también advierte de que pretenden "ir más allá de la Iglesia" y son "fuente grave de escándalo". En la web reconocen "estas religiosas son grandes defensoras de temas de justicia social" pero aseguran que "se han mantenido en silencio sobre el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural", es decir, sobre temas como aborto y eutanasia, "que para los católicos debe ocupar un lugar de privilegio en el debate público en Estados Unidos".

Ofensiva de la Iglesia para influir con el aborto en las elecciones
La política está muy presente en esta ofensiva contra las monjas estadounidenses, ya que la Iglesia está participando activamente en la antesala de las elecciones presidenciales introduciendo el debate en torno al aborto. El Miami Herald asegura que el informe vaticano denuncia que LCWR con un grupo de justicia social llamado NETWORK "que desempeñó un papel clave en apoyo del programa de salud del gobierno de Barack Obama pese a las objeciones de los obispos". La iglesia católica estadounidense trata de relacionar la reforma sanitaria de Obama con el fomento del aborto.