Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, cooperantes de Médicos sin fronteras secuestradas en Kenia

 


Blanca Thiebaut, de 30 años y Monserrat Serra, de 40, ambas cooperantes de Médicos sin Fronteras, cumplieron el viernes 13 de abril seis meses de cautiverio. Estaban en el campo de refugiados de Ddaab, en Kenia, y su coche fue atacado a tiros. El Ministro de Asuntos Exteriores aseguró el pasado 15 de febrero que el Gobierno había recibido “una prueba de vida” de ambas, aunque oficialmente no se sabe donde están. El periódico “Somalia Report” publicó recientemente una información que las situaba a bordo de un barco de piratas somalíes.

 

 

 

 

Ainhoa Fernández de Rincón, cooperante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, y Enric Gonyalons, de la organización Mundubat, ambos secuestrados en Tinduf (Argelia)

 


 

El secuestro más enigmático y el que más interrogantes plantea a los servicios de inteligencia, es el de los cooperantes Ainhoa Fernández de Rincón, cooperante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, y Enric Gonyalons, de la organización Mundubat. En primer lugar porque fueron secuestrados en el campamento de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) y fue la primera vez que se producía un secuestro en un campo saharaui. En segundo lugar porque fue atribuido inicialmente al grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb, que negó la autoría. Y en tercer lugar porque se abrieron sospechas sobre la penetración de islamistas radicales en los campos saharauis que pusieron a sus dirigentes en serios apuros. Se sabe que estos dos cooperantes fueron trasladados de Tinduf a Mauritania y después a Mali, donde permanecerían en estos momentos.

Trabajo de cooperante en África, trabajo peligroso
Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, desde 1996 al menos 56 cooperantes han sido secuestrados en varios países como Somalia, Sierra Leona, Nigeria, pero también en Gaza, Colombia, Ecuador y Chechenia.

Actualmente la gran zona de riesgo es África y aunque las ONG tienen que cumplir una serie de requisitos  y los cooperantes instrucciones como no salir de noche, conectarse cada poco tiempo con la base y constantemente por radio si viajan en coche, o ir permanentemente identificados, su trabajo es cada vez más peligroso. El secuestro de europeos y norteamericanos se ha convertido en una fuente de ingresos de grupos criminales en todo el continente.

Y no solo están los secuestros, también los asesinatos. Según datos de la ONU,  122 cooperantes perdieron la vida en todo el mundo en 2.008 y los secuestros crecieron aún más, de 7 a 62 en el período comprendido entre el año 2003 y 2008.

Para la ONU la República Democrática del Congo, Chad, Sudán y Haití son los países más peligrosos para los cooperantes. Esto dentro de la lista de países que aceptan ayuda internacional, porque hay cuatro países que no permiten operar a las ONGS: Somalia, Afganistán, Irán y Pakistán. A pesar de ello algunas Organizaciones No Gubernamentales deciden trabajar en estos países, como por ejemplo en Somalia, donde las hambrunas son terribles.