Esta vez Cospedal no podrá culpar al “malvado” Rubalcaba y a la izquierda “sectaria” de estar detrás de la huelga convocada por los médicos castellano-manchegos para el mes de mayo, un colectivo más bien situado en posiciones de centro derecha, pero que se encuentran “en pie de guerra” ante la política de recortes salvajes, despidos y privatizaciones que está llevando a cabo la también secretaria general del PP en Castilla-La Mancha.

Apuesta por el copago
Medidas drásticas a las que hay que unir desde hoy la apuesta por el copago mostrada por Cospedal ante los micrófonos de ABC Punto Radio. La presidenta de Castilla-La Mancha se ha mostrado a favor de dejar de financiar medicamentos por la seguridad social que “son muy baratos” y de los que “abusa” la gente, al mismo tiempo que aseguraba que ella no puede decidir si se debe o no aplicar un copago por consulta, y que son los servicios sanitarios “los que tienen que ver si es viable o no”, añadía, “habría que establecer baremos y dependiendo del tipo de intervenciones, de si tiene seguros privados; hay que establecer unos términos proporcionales”.

La arrogancia del consejero
Pero lo médicos no han convocado para mayo una huelga por el copago. No, los facultativos están “hartos” de la “arrogancia” del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, que nunca ha hablado con ellos y que se niega reunirse. El personal sanitario denuncia que la plantilla global de los hospitales y centros de salud puede quedar mermada en un 10 por ciento, mientras la Junta rompe las negociaciones con el Sindicato Médico. Este sindicato critica que “no han permitido ninguna participación de éstos en lo que hubiera sido una exitosa aplicación de la norma”.

Desconcierto y descontento
Cómo será la situación, que hasta el sindicato menos beligerante y más afín a la ideología del Partido Popular, CSI-F, ha emitido un comunicado en el que rechaza “contundentemente” las medidas de ahorro contempladas en el Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos y el modo en que se han aplicado en el Sistema Regional de Salud, “provocando desconcierto, descontento y una falta absoluta de consideración sobre el colectivo sanitario, y muy especialmente sobre los médicos”, añaden.

“Norma condenada al fracaso”
No solo eso, este sindicato advierte a Cospedal que la norma que pretende imponer, “sin el apoyo de los médicos, está condenada a ser un fracaso, además de deteriorar y aniquilar los niveles de calidad asistencial logrados en Castilla-La Mancha”, dicen, para después lamentar que la norma “nazca unida a una inevitable judicialización, correspondiendo a los tribunales de justicia poner orden en lo que ni la Consejería de Sanidad, ni el Gerente del SESCAM, ni sus Direcciones Generales, han sabido articular”.

La chulería del consejero
Todas estas protestas no parecen importarles demasiado al consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, que, además de obviar el llamamiento al diálogo por parte de los médicos, les dice que a él “también le gustaría llorar pero no lo hago”, instándoles a “arrimar el hombro y trabajar más que nunca", mismo tiempo que les reprocha el “egoísmo personal”, por lo que les pide que dejen de una vez por todas de “mirarse al ombligo”.