Horas después de que se confirmase el atropello masivo del jueves en La Rambla de Barcelona, un Ford Focus de color blanco se saltó el dispositivo de control de salida en la Avenida Diagonal de la capital catalana alrededor de las 19.45h.

La policía desvinculó en un primer momento este hecho de los ataques que se produjeron en el centro de Barcelona, a pesar de que este vehículo arrolló a un agente de los Mossos d’Esquadra y de que poco más tarde apareció en la localidad de Sant Just Desvern (Barcelona) una persona muerta por arma blanca en el mismo vehículo.

Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos d’Esquadra, explicaba entonces que los investigadores no habian detectado elementos que relacionasen al fallecido y el vehículo con los miembros del grupo yihadista, por lo que en aquel momento no se podía relacionar esa muerte con lo ocurrido en la Ciudad Condal. 

Cambio de rumbo

Conforme avanzan las investigaciones, sin embargo, los Mossos apuntan a que en el Ford Focus podía viajar uno de los terroristas. Aunque aún no se ha confirmado, la hipótesis principal apunta a que se trata del autor material del atropello de la Rambla. Sería éste el que conduciría el coche, mientras Pau Pérez, un joven de 34 años natural de Vilafranca ocuparía el asiento trasero herido grave  por arma blanca. Al comprobar la presencia del dispositivo antiterrorista, el conductor se saltó el control que los Mossos habían montado, embistiendo a un sargento, a quien le rompió la pierna.

Pocos metros después, un agente tiroteó el vehículo, que pudo proseguir posteriormente su huida unos tres kilómetros más, hasta llegar a la altura del edificio Walden, de Sant Just Desvern. El conductor se dio a la fuga tras abandonar el turismo, dejando al joven muerto en el interior del coche.