Lamentablemente, ya estamos acostumbrados a ver y a escuchar a Bertín Osborne desplegando sus opiniones machistas y poco elaboradas en televisión."Los hombres somos inútiles para la cocina y vosotras no jugáis al fútbol", es sólo una de estas frases que le definen. Ahora, es Telecinco el que le da una noche a la semana para entrevistar a amigos y personalidades y, ya de paso, dar su opinión sobre cualquier tema.

Esta vez, el invitado era David Bustamante, ese cántabro que fue elegido por los españoles hace sólo unos años como el mejor acompañante para una tarde de cervezas. Ahora, al juntarse con Bertín, ha desvelado otra de sus caras, una en la que despliega un discurso machista y sexista al presentarse como padre de una niña.

“¡A la valla de mi casa que no se acerquen!”

Cuando el cantante-presentador-actor-ganadero Bertín Osborne saca el tema de su hija, Daniela, a Bustamante empiezan a brillarle los ojos. No puede dejar de sonreír. Hay que reconocer que durante la entrevista tiene citas que le presentan como un padrazo que quiere a su hija por encima de todo.

Uno aprende lo que es amar cuando es padre. Por nada ni nadie vas a tener nunca ese sentimiento. Tu puedes amar a tu pareja, a tu mujer, pero te enfadas y te puede durar un día. Con tu hija se te pasa a los cinco minutos, no puedes estar enfadado, la riñes y ya te estás arrepintiendo”.

Pero pronto entra en un callejón sin salida en el que él y Bertín se dejan llevar y lanzan, sin más, comentarios machistas y sexistas que convierten a este padrazo en un padre controlador y extremadamente protector por el simple hecho de que su hija es eso, una hija y no un hijo.

“Madre mía la que me espera. Sufro muchísimo. Yo tengo un amigo que me decía siempre: ‘A todo el que se ha movido bien, le manda el de arriba una niña para que sepa lo que es sufrir’”. Dice Bustamante reconociendo que él ha ligado todo lo que ha podido y más y, ciñéndonos a sus palabras, ha hecho sufrir a más de una. Pero también da por hecho que al tener una hija hay que alejarla de los hombres. 

“Tienes que tener mucha paciencia, yo la he tenido, fíjate, imagínate yo que he tenido tres y tres guapísimas con lo cual… relájate y disfruta. No hay otra”, le contesta Bertín entre risas.

Para arreglarlo, el cántabro continua con el tema usando un tono festivo, como si lo que estuviera diciendo fuera algo cómico y sin importancia.

“Yo tengo, a los amigos que tiene niños de la generación, a los críos ya los quiero como si fueran míos, los he visto nacer; pero a los padres los tengo amenazados para que les diga que a la valla de mi casa no. ¡A la valla de mi casa que no se acerquen!” “Yo la digo: ‘Mira Dani, creo que te voy a meter en un convento y cuando ya tengas 43…’”, le dice a su hija de siete años “para picarla”.