No suele defraudar Fernando Sánchez Dragó con sus columnas dominicales en el periódico de Unidad Editorial. En esta ocasión, y aunque sea con siete días de retraso, es lo que tiene escribir el Día del Señor únicamente, el polémico escritor ha dedicado su artículo y los insultos o descalificaciones que en él aparecen, a los catalanes. En realidad, siendo correctos, los dirige a los independentistas, y afinando todavía más, para ser exactos, de estos últimos a quienes hace una semana se manifestaban a favor de la independencia de Cataluña

El título lo dice todo: '¡Arre, borreguitos!'. Es Sánchez Dragó y en su papel habla, refiriéndose a la columna de otro autor -no debía estar muy inspirado- "de las manifestaciones en las que un millón de borregos pedía a balido pelado que Cataluña perdiese la triple eñe de su topónimo, de su madre patria y del gentilicio que durante muchas centurias nos unió a todos".

Porque sí, ahora es todo un patriota. Sabíamos de su excomunismo y el traspaso, después de experiencias místicas con políticos de renombre del país como Esperanza Aguirre, al neoliberalismo. 

Llama estólida -vamos, que no discurre demasiado- a esos manifestantes, retomando lo escrito por Gabriel Albiac, que remarca diciendo que el "demagógico improperio caerá en saco roto" porque en "esa manada lanar" no hay muchas cabezas "de ganado capaces de comprender su significación". 

"Demagógico improperio", "chusma"...

Tras el "demogógico improperio", vuelve a la carga al definir la manifestación (o manifestaciones) del pasado domingo como "una cáfila de catalanes arreados por rabadanes y ganapanes con el riñón cubierto por el dinero que sus jefes roban al erario público"

Una vez más, Fernando Sánchez Dragó arremete con contundencia contra los independentistas -no es la primera vez aunque sí con tanto ardor patriótico-.

Aprovecha, casi siempre en estos casos, para lanzar alguna proclama política, y eso que repite una y otra vez que la res publica ni le va ni le viene. A él le gusta, según se desprende de sus columnas dominicales como la de hoy, la república independiente de su casa y la 'cosa pública' en plan showman televisivo -"... la incompatibilidad existente entre la democracia por sufragio universal (...) y el imperio de la libertad"-.

Para rematar la faena llama a quienes está dirigido el artículo o los protagonistas del mismo, "chusma".