Si pertenece usted a esa nueva raza que vaga por el planeta en busca de pokeparadas y pikachus, tenga cuidado en Francia. Allí, el ejército galo ha declarado a Pokemon Go una amenaza para la seguridad nacional. El ministro de defensa, ha enviado un memorándum interno en el que asegura que el juego podría provocar intrusiones en bases del ejército que podrían revelar datos sensibles, como coordenadas geográficas o fotos. 

"La defensa de nuestra nación no es un juego", ha declarado Valerie Lecasble, portavoz del ministro, en una entrevista telefónica concedida a Bloomberg. "No vamos a permitir de ninguna manera el acceso inapropiado a puntos de vital importancia o instalaciones prioritarias en la defensa de Francia".

De hecho, el ejército está presionando para que el juego sea prohibido. Y sus proveedores se han sumado a la causa. El fabricante de aviones Airbus Group SE ha enviado un recordatorio interno sobre la prohibición de hacer fotos o grabar vídeos. En él, también se destaca los riesgos que suponen para las personas, la información y las instalaciones, tras haber descubierto a algunos empleados jugando a Pokemon Go en el trabajo este verano. Safran SA también ha prohibido el juego en sus edificios.

Francia sigue así los pasos de Indonesia, que es el país más restrictivo en cuanto a las zonas en las que se puede perseguir a los Pokemon. La policía gala también mantiene su propia cruzada particular para concienciar a los conductores de no jugar al volante. Y la ministra de educación francés, Najat Vallaud-Belkacem ha declarado que pedirá al fabricante que no sitúe a los personajes más buscados en el interior de las escuelas.

Pokemon Go, creado por Nintendo, Niantic Inc. y Pokemon Co. se ha convertido en un fenómeno global, con 45 millones de usuarios diarios en los momentos de más actividad.