Generalmente, la gente famosa que tiene cuenta en Twitter, suelta su pensamiento y a partir de ese momento lo deja a su suerte. A menudo, su suerte consiste en recibir chanzas y comentarios más o menos insultantes, más o menos ingeniosos. Pero hay alguno de esos miembros del famoseo cuyo orgullo les impide contenerse ante los tuits y retuits comentados que provocan sus opiniones.

Carlos Herrera es, está claro, uno de los ejemplos más vívidos del segundo grupo. Y los tuiteros se lo agradecen a la mínima ocasión que les da. Y da la impresión que él también se alimenta de la basura que le echan encima.

El último ejemplo, este tuit del radiofonista.

Parece un comentario inocente. Un halago más de todos los que va dejando Herrera por los hoteles, restaurantes, cafeterías o lo que sea por donde pasa. Bien porque es así de edcucado. O bien por cualqueir otra cosa que se pueda imaginar. Pero ese jabón a los camareros ha habido a quien de inmediato le ha disparado la suspicacia y se ha vuelto a liar: señorito, es lo más repetido y más bonito entre lo que le han dicho. También le han recordado otras particularidades.

Damos algunos ejemplos:

Es cierto que no todo el mundo ha estado tan agrio... Alguno ha habido que se ha sentido halagado y ha salido en su defensa

Claro, que para defenderse, ya está él, el propio Carlos Herrera... Eso sí, no puede evitar defenderse sin morder. Y ahí empieza otra... Inacabale. Pero él no se agota.