Mariano Rajoy, o quienes le llevan la cuenta, ha corrido en su cuenta de Twitter a cumplir, dando el pésame a su familia, con la (a esta hora) supuesta muerte de Francisco José Santana, un agente forestal, en el incendio de La Palma. Tanto ha corrido que se ha adelantado a cualquier sentido de la precaución exigible en estos casos, porque el cuerpo del agente no se había encontrado, y para las autoridades canarias que intentaban luchar en ese momento, minutos antes del mediodía del jueves, con el fuego, Santana no era sino un agente desaparecido.

A ELPLURAL.COM le consta que la reacción de Rajoy molestaba y en las redes le recordaban de inmediato su falta de sentido con su tuit.

Pero si este hecho ha molestado entre quienes han visto como excesiva la pose en el acelelerado pésame, aún más contundente ha sido la respuesta entre quienes han venido a criticar como hipócrita un tuit de dolor en quien ven como responsable de drásticos recortes en los medios materiales y humanos de quienes tienen que hacer frente cada verano a los incendios. El pulso, sostenido en la cuenta oficial del presidente, ha contado con numerosos ejemplos tanto de quienes le atacaban como de quienes le defendían.

Un enfrentamietno inicial que dio paso a una catarata de comentarios en los que se recordaban las consecuencias de los recortes y las necesidades pendientes