Margarita García-Valdecasas no tienen la más mínima intención de dimitir después de que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) registrara su casa en busca de pruebas de un posible blanqueo de capitales por parte de su marido, Alejandro Pérez Calzada. La investigación surgió a raiz de la lista Falciani.

La máxima responsable de investigación de la lucha contra el fraude no cree que este escándalo afecte a su labor como directora de la ONIF y ha enviado un correo electrónico a sus subordinados en el que niegar cualquier tipo de irregularidad en las actividades de su marido. En el correo, al que ha tenido acceso Voz Populi, culpa de lo sucedido a Joel David Alar, un antiguo socio de su marido, investigado por tener cuentas ocultas en el HSBC de Ginebra y con el que, dice, rompió hace años. A él lo cita con nombres y apellidos. Sin embargo, se refiere a la empresa de su marido Venture Finanzas Sociedad de Fiananzas S.A. como una "sociedad de valores".

En declaraciones a ELPLURAL.COM, José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda, GESTHA, ha reclamado la dimisión de García-Valdecasas. "Si no es capaz de detectar la posible comisión de un delito fiscal en su casa, no parece la persona más idónea para estar el frente de la ONIF, investigando los fraudes más sofisticados", ha asegurado, al tiempo que se pregunta qué habría pasado si la investigación la inicia la propia agencia en lugar de la Audiencia Nacional.

Recuerda asimismo que no es el primer episodio "poco decoroso" en el que se ve envuelta García-Valdecasas. Por ejemplo la filtración del informe sobre la Caja B del PP. 

En la misma línea se pronunció Pedro Saura, portavoz económico del PSOE que exigió explicaciones al ministerio y su inmediata destitución. "Es increíble que no conociera lo que estaba sucediendo en su casa, sobre todo cuando ella se dedica a la lucha contra el fraude"

Sin embargo, no parece que García-Valdecasas tenga intención de dimitir. Ni tampoco que el ministro en funciones Cristobal Montoro o su superior inmediato, el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, tengan intención de cesarla. Todo lo contrario. Según recoge el diario El Mundo, la respaldan y advierten de que "tomará medidas legales contra cualquiera que cuestione su labor".