Entiendo perfectamente que todos andemos atentos a lo que pasa en la política de nuestro país. Pero no olvidarse que, por ejemplo, nuestros compañeros británicos están colgados con unas elecciones aún más definitivas (de definir). O que los colegas americanos están definiendo un futuro complejo entre una derecha radical y una izquierda compleja.

Una vez más os quiero recordar que lo que pasa en España no pasa en el ombligo del mundo: pasa en un país pequeño, España.

Digo más, los debates políticos en España no son los únicos debates importantes para España. También hay sociedad y economía y Bolsa. Si me dejáis un minuto hablo de Bolsa.

Estamos viviendo la demostración más clara de que la banca está en crisis. En crisis existencial. Tela. Estamos viviendo la lucha de un banco (el Banco Popular) por supervivir. Sí, sí: por supervivir.

El Banco Popular ha convocado una ampliación de capital que (seguro) le va a permitir supervivir. Pero no hay garantías de que le permita vivir.

Es que toda la banca como servicio, sector o como queráis está en crisis digital.

La primera defensa de la banca ante el reto digital es engordar. Los bancos creen que siendo enormes pueden supervivir.

Vamos a ver: claro que lo enorme supervive, pero suele ser con la ayuda de todos los ciudadanos con formulación estatal. Simplifico que, si un gran banco falla, lo salvan los Presupuestos Generales del Estado.

El Banco Popular no es ni grande (sería nacionalizado en crisis) ni pequeño, desaparecería.

El Banco Popular debería saber que es el laboratorio del futuro de la banca media española.

Llegado a este minuto tengo que confesar que echo de menos al Opus Dei.

Tranquilos, buenos compañeros, lo voy a reiterar: echo de menos al Opus Dei que dirigió los buenos años del Banco Popular.

Fueron años de prudencia bancaria y de visión política. ¿Sabéis que el primer banco que concedió un crédito al PSOE en la Transición fue el Banco Popular?

No quiero hacer comparaciones ni cometer imprudencias, pero entre el banquero Valls y el banquero Ron hay una distancia tremenda.

Igual no se me entiende bien, pero es un desastre que el Opus Dei haya dejado a un lado al Banco Popular.